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Innovación: imprescindible para el desarrollo de la humanidad

London eye

London eye

Por Duncan Taylor

Reino Unido es un país que siempre ha combinado tradición y modernidad: Es la cuna de grandes inventos como la máquina de vapor, el motor a reacción y la World Wide Web. De hecho, la semana pasada, la británica Louise Brown, la primera persona nacida por concepción in vitro, cumplió 40 años. En el índice de indicadores innovación de la Comisión Europea de 2018, Reino Unido apareció como el quinto país europeo más innovador, pues los descubrimientos que menciono y muchos otros han propiciado incontables avances técnicos y científicos, además de haber impulsado el desarrollo económico y humano.

La innovación es capaz de redefinir la vida de las personas a través de nuevas ideas y tecnologías. No sólo se encuentra en los laboratorios científicos o las grandes corporaciones; es tan poderosa que inunda nuestra vida cotidiana: La usamos a diario en nuestros dispositivos móviles, el transporte e incluso en los alimentos que consumimos. 

Para aprovechar el enorme potencial de nuestra colaboración en innovación, México y Reino Unido trabajan en diversos proyectos conjuntos.

Un caso de éxito es el proyecto de Observación, Gestión y Producción de Cultivos Mexicanos (COMPASS, por sus siglas en inglés) de la Agencia Espacial de Reino Unido. Con una inversión de 4.6 millones de libras, la iniciativa llegó a México en 2016 para ofrecer asesoría técnica a los pequeños productores de trigo y caña de azúcar en Sonora, Campeche y Veracruz.  

A través de una sencilla aplicación móvil que desarrolla la empresa británica Rezatec, los agricultores obtienen información sobre sus cultivos y son capaces de elaborar proyecciones de cuánto producirán y cómo administrar sus recursos, gracias a tecnología de imágenes satelitales. Me resulta increíble que sea posible usar técnicas para cambiar la agricultura, una actividad que hemos dominado durante milenios. Quizá esto nos lleve a que le demos preferencia a los alimentos que se producen en nuestra comunidad.

La penetración de la tecnología en el sector agrícola es un verdadero reto, ya que debe lograr una cadena efectiva de participación entre todos los actores de la cadena agroalimentaria: Desde los agricultores hasta los grandes procesadores, para terminar con el consumidor final. El desafío principal es conseguir la migración de los sistemas tradicionales hacia el uso de tecnologías de vanguardia. El proyecto COMPASS beneficia actualmente a 74 agricultores, pero podría alcanzar, al menos, a otros mil 200 en los próximos cuatro años. ¡Es inspirador ver cómo la tecnología y la innovación generan un cambio en la vida de las personas!

Otro ejemplo es nuestro equipo Newton Fund, cuyo panel de especialistas de agosto de la serie Innovation Nights, cuyo objetivo es acercar a los innovadores de distintos sectores, tratará de la innovación social. Gracias a los esfuerzos para promover la investigación y el desarrollo, tan sólo durante 2018, México y Reino Unido invertirán conjuntamente más de 8 millones de libras para que investigadores de ambos países desarrollen proyectos en agrotecnología y políticas públicas para ciudades del futuro. Un caso de los beneficiarios del Newton Fund es el de los científicos del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) de Saltillo, quienes desarrollaron textiles antimicrobianos para hospitales con nanotecnología.

Para los países y sus economías, la innovación es un factor clave del desarrollo, pues fomenta la creación de conocimiento, a través de investigación en el uso de nuevas tecnologías, y la prosperidad. La próxima vez que comas un pedazo de pan o disfrutes una ensalada, en lugar de pensar en la tierra, ¡podrás dirigir tu mirada hasta los satélites que quizás ayudaron a llevar los alimentos hasta tu mesa!

Espero sus comentarios en londoneye@fco.gov.uk y síganos en Twitter @ukinmexico y @DuncanJRTaylor.

Embajador de Reino Unido en México.

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