Una buena receta
La Crítica
Uno de los grandes placeres de la vida, sin duda alguna, es el comer. A lo largo de la historia del cine, hay diversas cintas que han delineado esta inspiración divina, en la que gracias a una historia que atrapa acompañada de platillos deliciosos, que en el séptimo arte lucen de antología, conciben joyas cinematográficas, tal es el caso de El festín de Babette o Como agua para chocolate.
Ahora, y bajo el género de comedia romántica, llega una premisa que no consigue que sus ingredientes estén en su punto, se busca vender como alta cocina, pero no llega ni a comida rápida. El chef Adam Jones, con ciertos problemas de carácter, ha visto empañado su prestigio, además de tener problemas de altos vuelos. Buscando resurgir como el Ave Fénix, este hombre buscará alcanzar la perfección, en compañía de otros aliados, para así conseguir una tercera estrella Michelin, la máxima distinción culinaria a la que se puede aspirar.
En medio de una historia de redención, en la que el amor también hace de las suyas, la película se toma demasiado enserio la creación de platillos, todo en medio de gritos, pasando desapercibida e insabora la cocción de la historia de amor. Los intérpretes se esfuerzan, sobre todo el español Daniel Brühl, quien se esmera como amigo del protagonista, sin embargo, conforme avanza, la premisa se torna aburrida y se va enfriando este platillo. Todo indicaba que se avecinaba una historia como Sin reservas, sin complicaciones y práctica, aquí no ocurre esto, no hay mucha sazón en su receta.
-Adrián Ruiz
DIRIGE
- John Wells.
ACTÚAN
- Bradley Cooper.
- Sienna Miller.
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