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¿El final del túnel?

Kimberly Armengol

Kimberly Armengol

Rompe-cabezas

A punto de cerrar 2020, comenzamos a ver una luz dentro del terrible túnel de la pandemia de covid-19 —aunque el primer semestre de 2021 no será muy distinto— y es el inicio de la aplicación de la vacuna.

Por lo pronto, Reino Unido se convierte en el primer país en aprobar la vacuna de Pfizer/BioNTech (con una efectividad de 95%), lo que levanta el ánimo y las bolsas internacionales por iniciar con lo que después será una vacunación masiva, la tan añorada inmunidad de rebaño.

El desarrollo de la vacuna se logró en tan sólo diez meses (cuando tardan más de diez años) y se prevé que comience la semana próxima. Por primera vez en la historia de la humanidad, una vacuna tan relevante y masiva tuvo un periodo de prueba corto. Las farmacéuticas recuperarán con creces una inversión millonaria, pero, sobre todo, el prestigio de ser pioneros de la vacuna más importante en décadas. La cura que nos permitirá a los humanos salir del encierro.

Pero una cosa es Gran Bretaña y otra el resto del mundo. Evidentemente, en el caso de Estados Unidos, Donald Trump tratará de cerrar con broche de oro su desastrosa gestión inmunizando al mayor porcentaje posible de la población.

Estados Unidos, Gran Bretaña y España serán de los primeros en recibir las dosis, los demás podríamos estar esperando las primeras aplicaciones (en la población más vulnerable) en el primer trimestre de 2021.

Como es de esperarse, el gobierno británico y los países desarrollados tienen preparada y ensayada una estrategia para vacunar a su población, pero, ¿realmente los países están preparados para emprender una campaña de vacunación tan grande en tiempo récord?

 

CASO MEXICANO

La estrategia de vacunación mexicana se dará a conocer la semana entrante y son cientos de críticos quienes temen lo que se vaya a presentar. Como es sabido, la vacunación contra la influenza (algo que era tan común y ordinario) presentó cientos de complicaciones: robos, falta de distribución e insuficiencia de dosis.

Otros de los puntos cuestionables fue la decisión del gobierno de ser ellos los únicos que la distribuían e impedir que el sector salud privado la aplicara o comercializara. ¿Estaremos en México preparados para inmunizar de la forma más rápida y eficiente a la población? ¿Tendrán las autoridades previsto los “robos” que ocurrieron con los medicamentos de cáncer? (Conste que se les dijo).

Hay que recordar que la vacuna de Pfizer requiere ser refrigerada a menos 70 grados centígrados, transportada de forma especial, con hielo seco y, una vez entregadas, tienen cinco días para utilizarla. Sería bueno que también la semana entrante nos expliquen si contamos o no con esta capacidad logística.

Los miles de pacientes y millones de ciudadanos no tenemos tiempo de politiquería y demagogia. Es el momento preciso para generar sinergias entre el sector público y privado para volver accesible y rápido lo que parece ser el bien más preciado de esta era. Confiamos en que así sea.

 

POST SCRIPTUM

Como en las naciones europeas y en Estados Unidos, enfrentamos en México un nuevo máximo en el número de contagios y enfermos hospitalizados. Las unidades de cuidados intensivos están llegando a su máxima capacidad.

Dejando de lado el eterno debate de si debemos volver o no a semáforo rojo, es indispensable que nos cuidemos: ser ciudadanos responsables, eliminar o disminuir lo más posible las salidas, utilizar de forma correcta el cubrebocas. Es nuestra responsabilidad, nuestra vida y nuestro futuro.

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