Confianza

Joe Biden, al juramentar como presidente de Estados Unidos, prometió restaurar la confianza que destruyó su antecesor durante su administración.

En el propósito de reconstruir a su nación solicitó unidad a sus gobernados y como primera señal para revertir todas las acciones negativas de Trump firmó 17 órdenes ejecutivas, entre otras: suspendió la construcción del ignominioso muro fronterizo, levantó el veto a los musulmanes para ingresar a su país y los migrantes tendrán un trato digno y humano.

Como amenaza de seguridad nacional señaló al creciente extremismo violento, solicitando a su directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, realizar un estudio exhaustivo de las posibles amenazas de esta gente de ultraderecha, con la participación del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento y el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), en referencia al asalto al Capitolio de los grupos neonazis y supremacistas blancos, lo que dejó cinco muertos y que ha provocado decenas de arrestos y más de 300 investigaciones y unas 140 mil pistas del público sobre los responsables del ataque, que llevó a la suspensión de miles de usuarios de redes sociales, en especial de Twitter.

Con una sociedad dividida por las prácticas políticas de Trump y con una estrecha mayoría de su partido en el Senado y el control de la Cámara, impulsará una agenda legislativa que mitigue la devastación social y económica provocada por la pandemia de covid-19. Para lograrlo, tiene un programa económico de estímulos a la economía, mediante la aplicación de pagos directos de mil 400 dólares a sus nacionales.

Las pequeñas empresas recibirán apoyos económicos de una partida de 440 mil millones de dólares, a la aplicación de la vacuna del coronavirus destinará 415 mil millones.

El programa del desempleo tendrá 70 mil millones, el salario mínimo subirá a 15 dólares la hora y, para pagar todo esto, las corporaciones y “los de arriba” tendrán que pagar sus impuestos, “es lo justo y lo decente”, señaló Biden. Aumentar los impuestos a los hogares más ricos y revertir parcialmente los recortes impositivos otorgados por Trump a las empresas del 35% al 21 por ciento.

Se asemeja a lo hecho por el presidente López Obrador cuando recibió un país pletórico de privilegios en materia de impuestos para las grandes empresas y personas físicas, lo que les permitía evadir impuestos e incluso, vía las empresas fachada y factureras, solicitar devoluciones multimillonarias del IVA a la Secretaría de Hacienda, situación que revirtió el SAT, la Procuraduría Fiscal y la Unidad de Inteligencia Financiera, logrando recaudar 800 mil millones de pesos en el año 2020. Además, Biden realizará conferencias mañaneras para informar todos los días sobre las acciones de su gobierno, informó su responsable de prensa, Jen Psaki.

En conversación telefónica con AMLO, que realizó en la casa su exjefe de oficina, Alfonso Romo, acompañado del canciller Marcelo Ebrard, sostuvieron sus primeros acuerdos.

Los mandatarios pactaron un plan para reducir la migración, atacando sus “causas de raíz”, y la necesidad de aumentar la capacidad de reintegración de los migrantes a sus países con alternativas legales, mejorando los procedimientos en la frontera para adjudicar peticiones de asilo, además de promover el desarrollo en el Triángulo Norte de América Central, con acciones coordinadas para combatir la pandemia de covid-19.

El presidente AMLO exhortó a los legisladores del vecino país a aprobar la iniciativa migratoria de su homólogo, que regularizará el estatus migratorio de más de 10 millones de indocumentados, incluidos mexicanos.

AMLO recordó su reunión del año 2012, siendo Biden vicepresidente de Barack Obama y él candidato a presidente de la República. Así que, sin duda, la relación entre ambos será espléndida. ¿O no, estimado lector?