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Regalo navideño número 2

Joselo

Joselo

CrockNICAS MARCIANAS

La primera canción que “compuse” tenía como tema principal a Frankenstein. Lo pongo entre comillas porque a la edad de 9 años uno no compone a menos que sea Mozart o un genio. Yo no soy ni uno ni lo otro, así que digamos que “compuse” una canción o, mejor dicho, la inventé. Hay registro. O lo hubo.

Mis hermanos y yo jugábamos a hacer programas de radio en una grabadora de casetes. Hacíamos entrevistas, comerciales y canciones. Mi aportación fue Frankenstein (ése era el título, obvio). En la lírica confundí al monstruo con su creador. No me siento culpable por ello. La mayoría de las personas que conoce este mito moderno se confunde. En la novela, la criatura no tiene nombre, pero todos lo bautizamos con el apellido de su padre, el Dr. Víctor Frankenstein.

Me da gusto que mi primera canción haya sido esa. Aunque sea una tonada muy simple e infantil —¿qué esperaba? Tenía 9 años— en ese juego/canción se unen las pasiones que han guiado mi vida: la música y la literatura fantástica.

A doscientos años de su publicación, se pueden encontrar varias ediciones conmemorativas del libro más famoso de Mary Shelley, por ejemplo, Frankenstein. Edición anotada. de Leslie S. Klinger (Ed. Akal, 2018). Éste es un libro precioso, viene en pasta dura, muy bien encuadernado. Además, trae un prólogo de Guillermo del Toro, donde el jalisciense nos cuenta su fascinación por esta obra maestra y cómo lo influyó desde temprana edad.

Leslie S. Klinger, el responsable de esta edición, tiene varios libros “anotados” en su bibliografía: unos de Sherlock Holmes, otro de Drácula, y también de H.P. Lovecraft. O sea, es un súper nerd admirable.

El libro, en su contraportada, promete “cerca de mil notas que proporcionan información y contexto histórico en todos los aspectos de Frankenstein y de la vida de Mary Shelley. Casi 200 ilustraciones, incluyendo material gráfico original de la edición de 1831 y docenas de fotografías de lugares del mundo real que aparecen en la novela. Amplios listados de adaptaciones cinematográficas y teatrales. La introducción original de la autora a la edición de 1831, así como el ensayo de 1818 de Percy Bysshe Shelley sobre Frankenstein.”

Mary Shelley tenía 19 años cuando escribió Frankenstein. Como muchos saben, fue en la Villa Diodati, donde veraneaban Lord Byron, Polidori, P. B. Shelley y Mary Shelley, que se retaron a escribir la mejor historia de fantasmas. Polidori creó El vampiro, antecesor de Drácula, y a Mary Shelley se le ocurrió nada menos que Frankenstein. Mary era hija de dos personas muy adelantadas a su tiempo: William Godwin y Mary Wollstonecraft, quien fue una de las primeras feministas. Aunque esta novela, escrita de manera epistolar, con tres narradores, a doscientos años de haberse escrito, su tema sigue vigente: la responsabilidad del ser humano ante el uso de la ciencia para crear algo nuevo, en este caso, vida.

Esta edición de Frankenstein está cara, pero dura más que las botellas de whiskey que se van a regalar en Navidad. Además, es conocimiento, no da cruda.

Hay una escena en Match Point, la película de Woody Allen, donde el protagonista está leyendo muy concentrado Crimen y castigo, y de repente deja el libro para consultar otro, una guía sobre el libro que está leyendo. En el cine todos se ríen. Obviamente, la idea de Woody Allen era mostrar que el protagonista es un advenedizo (usando esta palabra de forma peyorativa), pero ¿qué hay de malo en querer saber más de una obra que se escribió hace siglos?

Toda mi vida fui a escuelas públicas de no muy buen nivel académico y la única forma que tuve de aprender fue con libros de referencia de los libros que leía. Gracias, Leslie S. Klinger, por ser más nerd que yo.

 

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