Irresponsables

Jorge Camargo
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Teníamos un sistema federal de salud en declive cuando la tormenta del covid se avecinaba y antes de enderezarlo, lo terminamos de minar presupuestalmente. Abandonamos al personal de salud quien, a un alto costo, batalla para que no muramos pese a nuestra irresponsabilidad y la negligencia de las autoridades.

La Organización Mundial de la Salud debió llamar pública y mundialmente al gobierno de Morena para que se “tome en serio” la atención de la pandemia. La razón debe quedarnos muy clara: hay un interés electoral en el manejo público de la crisis sanitaria.

Llegar a las elecciones de 2021 con estados en rojo, con un político que acepta de último momento la utilidad del cubrebocas es impensable y pronostica un escenario adverso en las urnas. Morena ha recurrido a una instrumentalización perversa del manejo de la pandemia. Sólo así se entiende el reclamo de la OMS.

Pero entre ello y la irresponsabilidad de una parte de nosotros, que retamos a la muerte con reuniones masivas y sin uso de cubrebocas y otros que caen en la confusión por los mensajes contradictorios de las autoridades, está un heroico personal médico que no se rinde, anónimo, menos valorado y a quien le recargamos la obligación de salvarnos.

Acompaño el reclamo del senador Germán Martínez de que la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado sea para el personal médico. Con nadie pueden los mexicanos estar más agradecidos.

Estamos por enfrentar el invierno más sombrío, coexistiendo covid e influenza, con una incipiente saturación hospitalaria y una crítica fatiga del personal médico.

La organización internacional Medscape, dedicada a la investigación médica, aplicó del 4 de junio al 23 de agosto pasados una encuesta de satisfacción a 1,400 médicos de 30 especialidades, incluyendo los que atienden la epidemia.

Los sectores a los que pertenecen los encuestados son los siguientes: IMSS, 22%; SSA, 17%; sector público, 15%; ISSSTE, 6% y, sector privado, 40 por ciento. Se dividió al país en cinco zonas.

El 29% de las y los médicos labora entre 31 y 40 horas semanales; el 24%, entre 41 y 50 horas; el 21%, 30 o menos horas; el 14%, 61 o más horas, y el 13%, 51 a 60 horas.

La encuesta arrojó que el 51% de los médicos dijo tener poco miedo de contagiarse por un colega o un paciente, y el 32%, por el contrario, expresó tener mucho miedo.

Poco sabemos de lo que ocurre con el personal médico en estos momentos de la pandemia, por lo que el ejercicio arroja bastante luz.

A la pregunta “¿qué reconocimiento esperaría de la respuesta médica durante la pandemia?”, el 60% respondió que esperaría más aprecio moral por su trabajo; 59%, un incremento en el salario; 56%, una bonificación adicional, y el 30%, una compensación por horas extra.

El reactivo es importante porque el universo de quienes respondieron conforma el 95 por ciento. Y si bien todos los componentes del sistema de salud están en el modelo de reconversión, sólo el IMSS anunció la creación de un “bono covid”, topado al 20% del salario otorgado del 16 de marzo al fin de la pandemia.

El personal médico es uno de los sectores que se enfrenta al desgaste e incluso a la depresión. La encuesta de Medscape indica que ya el 41% del personal enfrentaba un desgaste cuando inició la pandemia, por lo que los síntomas aumentaron 85 por ciento.

La depresión por sí sola fue manifestada por el 5% y combinada con el desgaste, aumentó al 20% antes de la pandemia. Un dato relevante es que este sector ha sido afectado por la crisis salarial, derivado por la desaceleración económica del país.

Por ello, como factores desencadenantes de la depresión aparecen en primer lugar la intensidad del trabajo, con 61% y el 43% con la economía personal.

En el análisis de la encuesta realizado por la doctora Mariana López Mejía, el trabajo afecta de manera importante a los médicos de la generación X (40 a 54 años), con 51%, en relación con los baby boomers (55 a 73 años), con 31 por ciento.

Los médicos con depresión dijeron que no afecta su relación con los pacientes, pero un tercio indica estar menos motivado para realizar su trabajo, ser menos amigable y desesperarse fácilmente.

Es relevante que, pese a estas condiciones, el 47% de los encuestados respondió estar muy satisfecho con su trabajo-profesión.

El 62% dijo tener creencias religiosas y el 20% espirituales, y ambos segmentos dijeron que justo esas prácticas les permite enfrentar sus problemas laborales.

Como dijo la Secretaría de Salud, la vacuna no termina la pandemia, al igual que la popularidad del Presidente, no está por encima de los deudos del covid. A Trump lo derrotó su renuencia al cubrebocas.

 

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