Nuevos comienzos; el balcón de Miau 4

Imagen de la Mujer Imagen de la Mujer
Suscríbete a nuestro boletín

Recibe las últimas noticias y mantente siempre informado

Correo electrónico
Enviar

 

Por Sonia González Arana

¡Hola! Como muchos, ahora tenemos una rutina es más relajada, si bien Liz y yo nos levantamos temprano, nos damos tiempo para estirar y saludarnos con arrumacos. Si ella toma un té, yo le acompaño con mi lechita tibia. Después, mientras ella trabaja, aprovecho para observar desde mi balcón y lo que he visto esta ocasión me hecho muy feliz.

Una de las vecinas comentó que en su familia se esperaba bebé y, si bien son tiempos diferentes, los nuevos comienzos nos motivan a todos. Las manualidades de repente fueron tema de conversación en el grupo, el punto de cruz se volvió el favorito y los patrones empezaron a hacerse presentes en la mesa.

Hay inicios de todo tipo, en las dietas, en los propósitos, cambios de hábitos, nuevos planes de trabajo y, desafortunadamente, también ausencias. Pero he aprendido que la capacidad que se tiene para recomenzar está en todo ser vivo. Las plantas surgen, las estaciones del año vuelven y los astros se alinean para tener un nuevo ciclo.

Mas ningún comienzo impacta tanto como la llegada de una nueva vida, pone patas para arriba a todos. La familia se une en un lazo más profundo, los roles cambian, los hijos se convierten en padres; los padres, en abuelos; las hermanas, en tías, y el tema de las pláticas adquiere un tinte especial de entusiasmo, alegría y esperanza.

La llegada de esos pequeñitos inunda la casa de aromas distintos, los viejos hábitos se reemplazan por nuevas formas de relacionarse y de actuar, todo en función del bienestar del bebé. Las nuevas mamis irradian luz, su semblante es distinto, bello, iluminan todo a su paso y son motores de vida.

Las nuevas personitas ni cuentan se dan de la revolución que generan con su llegada, ni de los cambalaches que con ellos se inician; aun cuando la rutina cotidiana puede mermar un poco la atención al esplendor de su existir con los detalles del día a día, es maravilloso ser testigo del amor del que son objeto.

El desorden en las casas, los juguetes y ropa por doquier; biberones y carriolas ocupando espacio olvidando la estética del lugar, son indicadores inequívocos de su presencia. Mas nada de eso importa al vivir la ternura que genera el verlos dormir plácidamente, despreocupados, seguros de que son amados y protegidos, no sólo por sus padres, sino por todos quienes se unen en una red de afectos, capaces de darlo todo por ellos.

La primera sonrisa transforma a la persona que la observa por siempre y hace que se contagie la misma reacción con evocar ese momento.

Los nuevos comienzos están presentes en cada instante, las experiencias nos hacen ser, cada vez, tantito diferentes, y los cambios son tan imperceptibles, que no se ven, hasta que comparas una fotografía, hay un cambio de una talla o testimonios del desarrollo de habilidades.

Por cada uno de esos peques, el pensamiento familiar olvida el “yo”, se generan mejores personas, el crecimiento interno se desborda y la plenitud se alcanza, porque el impacto llega, incluso, a los más descreídos.

¡Vivan los nuevos comienzos y las emociones desbordadas!, porque en eso, las mascotas somos expertas, amamos incondicionalmente y nos mostramos auténticas todo el tiempo. ¿Quién se nos resiste a una caricia, a un apapacho y a una mirada transparente? Es el encuentro de una fuerza invisible, poderosa y real, que nos hace fuertes, valientes, creativos y, sobre todo, ¡felices!

Bienvenidos todos los bebés, ya me voy porque me llama Liz para ir a jugar, ¡hasta la próxima!

                                          @soniago27624180

 

Grupo Imagen abre un espacio de expresión permanente para ellas en Excélsior. Tu voz es muy importante, envía tu columna a imagendelamujer@gimm.com.mx

 

Comparte en