Sucesión de Juan Gabriel

Han pasado 34 meses del sensible fallecimiento de Alberto Aguilera Valadés, conocido como Juan Gabriel, quien repentinamente murió en California el domingo 28 de agosto de 2016. Bueno, pues, al día de hoy, más de uno asegura que el ídolo está vivito y coleando, ¿cómo ven? Tuve la oportunidad de juntarme con Guillermo Pous, albacea de Iván Aguilera, es decir, el abogado que está viendo toda la sucesión testamentaria del artista a favor de su hijo mayor, Iván Aguilera.  

Me encontré con un señor tranquilo, serio, sencillo, vestido impecablemente de traje, de lentes para ver, bajito de estatura, que contesta conforme a derecho, por lo menos eso me imagino y que no tiene ni sed de venganza ni ansia de protagonismo. Él sólo busca que las propiedades que le pertenecieron a Juan Gabriel regresen a su heredero, Iván Aguilera.

Según me dijo Pous, ni Gabriela ni Joao ni Luis Alberto son hijos reales de él, dice que los engañaron al hacer que lo creyeran. Sobre Pablo Aguilera, hermano del cantante, también lo tienen demandado porque se niega a devolver el balneario y otra propiedad que no precisó cuál es, pero le parece una total deslealtad la forma en que ha actuado este hombre, pues ayudó a los que se erigían como posibles herederos, además de que pretende quitarle las propiedades a Iván, es decir, que lo trae en jabón.

Sobre el caso de Silvia Urquidi, quien por muchos años se ha hecho pasar como apoderada del Divo de Juárez, Pous asegura que él le dio 22 millones de pesos para que recompraran 11 propiedades que el siglo pasado la Secretaría de Hacienda le quitó y que existe un convenio firmado por la misma Silvia y que, además, ella sabe de este documento, aunque ella asegura que el dinero salió de su chequera y que no les va a devolver nada ni a Iván ni a Pous.

Miren, no es cuestión de decencia o no decencia, tampoco es de querer o no querer. La señora Urquidi tiene la obligación de regresar las propiedades —según Pous— y, la verdad, creo que sí le convendría hacerlo, pues todo lo que ha emprendido ella, amparada por el abogado Marco Tulio, lo ha perdido.