¿Caín y Abel?

¿Caín y Abel? Pues si no lo son, sí lo parecen. Me refiero a Carlos Cuevas y a su hermana mayor, Aída, de mismo apellido. Sé que todo lo empezó ella al no soportar que su hermano no avalara la mentira de que ella se iba a casar con Juan Gabriel, pero es que, ¿quién en su sano juicio pudiese creer algo así? Y de seguro el bolerista pensó que era mejor que ella se quemara solita. Bueno, pues una cosa generó otra y sacaron viejos rencores familiares.

Creo que él, por mucho tiempo, lo tomó a la ligera, hasta que vio que la cosa era en serio, pues el haber contratado al bufete jurídico de Guillermo Pous para demandar a su propio hermano me parece una exageración, una volada de barda, fuera de cualquier proporción. Yo se los dije a ambos por separado, no una, sino muchas veces, que no iban a ganar nada, que recordaran que son hermanos carnales, pero la “ofensa” de decir que no fue novia, pareja, prometida del Divo de Juárez le pesó muchísimo a la Reina de la música regional mexicana, Aída Cuevas.

Finalmente, ella desistió de la demanda, la quitó, pero Carlos me dice que él no va a quitar la suya en contra de los abogados de Aída y ella misma, que incluso lo que pretende es una disculpa pública y, ¿les digo algo?, tiene razón, porque todo esto derivó en ataques muy feos en un programa de televisión nacional, donde lo tacharon de violento, golpeador, alcohólico, drogadicto, infiel y no sé cuántas cosas más.

Los pleitos entre exparejas me parecen horribles, porque te estás peleando con tu confidente, pero, ¿entre hermanos? Esto tiene otra dimensión, misma que la ira no les permitió ver ni resolver.

Ahora, ¿cómo ve Carlos las cosas?, que él ganó este round, porque los abogados de Aída, encabezados por Guillermo Pous, no pudieron comprobar todos los dichos y acusaciones que lanzaron. Creo que esto hace quedar mal al bufete del licenciado Guillermo Pous, pero lo peor es que Aída y Carlos emplearon los tribunales mexicanos para un asunto meramente familiar y eso no se vale.

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CHUCHO GALLEGOS

Pasado mañana tendremos en exclusiva a uno de los mejores periodistas de espectáculos de México, Chucho Gallegos, un hombre con 60 años de experiencia, alguien que ha entrevistado a las máximas estrellas del firmamento por seis décadas. No saben la cantidad de historias, de anécdotas vividas y reporteadas con María Félix, Irma Serrano, Jorge Negrete, Lucía Méndez, Verónica Castro, sólo por mencionar las primeras que me vinieron a la mente. Ojalá nos acompañen el sábado a las 9 p.m. en El minuto que cambió mi destino, por Imagen Televisión, canal 3.1, y la presencia de Chucho Gallegos.