Yunes y adversarios: defectos y virtudes

Francisco Zea Línea estratégica
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En un trayecto de Val’Quirico hacia Atlixco, uno de los abogados artífices de la libertad de los altos funcionarios del gobierno de Javier Duarte de Ochoa — libres el 3, 4 y 5 de diciembre del 2018, Audirac, Valencia y Bermúdez, y por último un exsecretario de Salud hace cuatro meses, Juan Antonio Nemi Dib— me platicó que los delitos favoritos que imputaba Jorge Winckler Ortiz eran incumplimiento de deber legal y abuso de autoridad —delitos por los que es imputado ahora Bernardo Segura Molina, exsubsecretario de Finanzas y Administración en el gobierno de Miguel Ángel Yunes— y que en Veracruz son muy difíciles de acreditar, pero fácil de imputar para tener en prisión preventiva uno o dos años a los adversarios políticos.

“Lo que para Miguel Ángel Yunes Linares es virtud, en sus adversarios políticos es defecto”, me dice, esa actitud política es costumbre no sólo de Yunes, sino también de cualquier gobernador empoderado y fuerte.

Me dice que el hoy prófugo Jorge Winckler Ortiz fue un mentiroso sistemático, que le mentía a Yunes constantemente con tal de no ser regañado por su mentor político, y que de igual forma el hoy prófugo le siguió mintiendo al actual gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez.

Yo creo que Yunes Linares no vio el video de la detención de Rosario Zamora González, La Chachala —poderosa exdirectora de Investigaciones Ministeriales— y del exfiscal Luis Ángel Bravo Contreras —ya en libertad, por modificación de medidas cautelares, no inocente aún, pero con amplias posibilidades de lograrlo— en donde los agentes rompieron la entrada de su muy humilde departamento —en el cual estaba su hija menor— y rogaba ante cinco elementos que bajaran las armas porque su hija estaba con ella, quien, por cierto lloraba; Rosario también.

Así era Jorge Winckler, por ello, cuando salió el viernes pasado a pedir un debido proceso, el exgobernador de Veracruz se dejó embaucar por un improvisado del derecho como lo era Winckler.

Bernardo es un buen muchacho y exfuncionario, saldrá libre en uno o dos años; está pagando las traperías de Winckler. Lo que padecerá Bernardo y los otros 30 exfuncionarios de Yunes, sobre los que ya pesan órdenes de aprehensión y que se sumarán a las que vienen preparándose; gente que despachaba en el Palacio de Gobierno irá a prisión a la brevedad.

La receta se las dio Winckler y la medicina es la misma enfermedad:

1.- Incumplimiento de un deber legal.

2.- Abuso de autoridad.

Medicina: Prisión preventiva necesaria, uno o dos años, depende del paciente.

Por lo tanto, los carniceros de hoy son las reses del mañana, y lo que hoy es virtud, mañana será defecto.

Sobre los nuevos trece magistrados del Tribunal Superior de Justicia del estado de Veracruz que nombró el gobernador, me dijo que están muy bien los perfiles porque ya basta de las mismas caras, hacen falta nuevos juristas, el tiempo y sus sentencias dirán si fue acertado o no su nombramiento.

 

  •  En el estribo. No podemos seguir tardándonos. No podemos dejar que la violencia se eleve. La Guardia Nacional no podrá ser efectiva mientras tengamos al enemigo en casa. Coincido con el punto de vista de Alejandro Desfassiaux, presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial, uno de los más experimentados expertos en materia de seguridad privada y pública, en el sentido que tiene que extirparse el cáncer que representan algunas policías municipales y estatales. Los mandos en estados y municipios deberían depender del Colegio Nacional de Mandos de la Guardia Nacional, y éste deberá de estar ordenado con protocolos claros y funcionales, que establezcan ascensos y beneficios económicos en función de resultados.
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