Claroscuros de la 4T

Francisco Zea Línea estratégica
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Sin duda, los tiempos que estamos viviendo son tiempos aciagos, son días extraños y a los que no estábamos acostumbrados. Ha sido anunciada la detención de José Antonio “N”, alias El Marro. Este hombre sería responsable del estado de violencia que se vivía en Guanajuato, adicionalmente reconocido como el principal líder de robo de combustible en toda la zona del Bajío. Especialmente violento, a quien se le atribuye una brutal matanza de 27 personas en un centro de rehabilitación a principios de julio. Ésta no fue más que la más brutal acción que coronaba una carrera delictiva, que era del conocimiento de las autoridades como elemento relevante desde el 2008, cuando fue detenido por robo de camiones, delito del que pronto pasó al robo de combustible.

Por supuesto que al amparo de dos gobiernos en donde presuntamente se luchaba en contra del crimen organizado, pero los sucesos actúales nos demuestran que o teníamos presidentes muy insulsos o eran cómplices de los actos de corrupción de personajes como Genaro García Luna y Carlos Romero Deschamps. En ese marco, creció de forma indiscriminada el robo de combustible, que a su vez fue un negocio impresionante.

Lo demás de la historia ya es conocida por todos, acabando con la tranquilidad de Celaya, Irapuato, Villagrán y municipios adyacentes en esa zona de Guanajuato. De hecho, la fuga del Marro de hasta cinco veces de sus residencias antes de la llegada de las autoridades federales para capturarlo derivaron en un diferendo entre el gobernador y el Presidente.

Finalmente, lo que debe de prevalecer, la coordinación entre los dos niveles de gobierno dio por resultado la captura de este hombre fanfarrón y violento que hace algunas semanas aparecía en un video entre sollozos y amenazas, prometiendo ser una piedra en el zapato, se convirtió en otra detención exitosa del gobierno de la 4T.

Sin duda, este gobierno está lleno de claroscuros. Por un lado, un Presidente que se mete en cualquier cantidad de problemas y discusiones inútiles, desde el uso del cubrebocas hasta desestimar los números de la economía, que son, evidentemente, un desastre. Por el otro lado, aunque con bemoles, los relacionados a la libertad condicional de Emilio “L”, alías la “rata colaboradora”; la liberación de Ovidio Guzmán, entre otros, pero, por otro, con sólidas detenciones referidas a la corrupción, como César Duarte, el mismo exdirector de Pemex, García Luna y ahora El Marro. Pero, sin duda, con la tremenda expectativa de que puedan caer verdaderos barones de la tranza y la robadera al pueblo, como Peña y Videgaray. Bueno, entre muchos otros de quienes sabemos que nos vieron la cara de imbéciles.

De la misma forma y como ya lo hemos escrito en este espacio, resulta paradójico cómo una de las piezas clave del proyecto del presidente López Obrador ha reconocido lógicas y evidentes diferencias con el “doctor” López-Gatell por el manejo de la crisis de la pandemia, que, dicho sea de paso, este fin de semana, con sus propias cifras, ha quedado sepultado entre sus imprecisiones e incompetencia. Finalmente, sus cifras equívocas acabaron donando su soberbia. En contraposición, la postura y manejo de a quien considero una pieza mucho más importante en el proyecto del Presidente, Claudia Sheinbaum, tratando de localizar y aislar los casos positivos por alcaldía y colonia y que ha resultado mucho más efectiva y real que las baladronadas del doctor Chimoltrufio, que nunca domó la curva, como domador de circo, lo degradaron a malabarista.

Finalmente, hoy la 4T se debate entre las capturas sublimes y las declaraciones inverosímiles. Entre una lucha en contra de las transas que a veces parece selectiva. Que, por cierto, quiero dejar claro que esta modificación a la ley que da al gobierno la capacidad de adquirir medicinas sin licitación, de la mano de la ONU, la OMS y la OPS, con un organismo encabezado por David León, excoordinador de Protección Civil, me llena de confianza, aunque me urge que se hagan las compras en beneficio de gente que le urge un tratamiento. En el caso particular de David León, me consta que es un hombre correcto, honrado y buen servidor público y que sabrá llevar a buen puerto un beneficio para México, lo que en manos de otro sería un negocio millonario en detrimento de los enfermos de México.

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