Una llamada para defender la democracia

Por primera vez en la historia de la humanidad, todas las regiones del mundo se encuentran en recesión y según los más recientes pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), los indicadores de crecimiento disminuirán incluso más de lo inicialmente proyectado. Para 2020 la tasa de crecimiento mundial descenderá al -4.9%, convirtiéndose en el nivel más bajo desde la Gran Depresión.

Para América Latina y El Caribe los pronósticos del FMI no son más alentadores, al proyectar un dramático decrecimiento económico de -9.4% para 2020. Para el futuro se plantea una recuperación gradual que llevará a la región a alcanzar un crecimiento de apenas 3.7% para finales de 2021.

La desaceleración económica plantea serios desafíos para los gobiernos en la medida en que puede ocasionar un aumento considerable en la desigualdad. La actividad económica sufrirá más de lo previsto como consecuencia de la extensión de las medidas de confinamiento necesarias para controlar los contagios por el coronavirus.

Sin embargo, no sólo la economía se ve amenazada por la pandemia, sino también la democracia. Usando la pandemia como argumento, varios gobiernos alrededor del mundo han establecido medidas de emergencia, que en muchas ocasiones coartan los derechos y libertades de las personas, afectando el Estado de derecho y el orden constitucional. En ese sentido, más de 500 líderes políticos, premios Nobel e instituciones y organizaciones internacionales han firmado una carta abierta denominada Una llamada para defender la Democracia.

Este pronunciamiento público, auspiciado por IDEA Internacional, advierte que las libertades y derechos fundamentales se encuentran amenazados por aquellos gobiernos que han usado la crisis para abusar del poder. El objetivo de esta carta abierta, también firmada a título personal por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, es destacar la responsabilidad que tenemos los ciudadanos de proteger a la democracia, reconociendo que es el sistema más efectivo para enfrentar las devastadoras consecuencias generadas por la actual coyuntura.

La carta destaca que los valores y principios democráticos son activos vitales para luchar en contra de la pandemia. Sólo a través de la democracia se puede construir confianza en las instituciones, mantener la resiliencia ante la adversidad y evitar ahondar las ya profundas divisiones sociales y económicas. La democracia garantiza la libre información, elemento central para la toma de decisiones coherentes y sensatas, así como para asegurar el efectivo control y supervisión del desempeño de las entidades públicas.

En la misma dirección, la OEA sigue trabajando por el sostenimiento de la democracia y el fortalecimiento y transparencia de los procesos políticos. Tal como lo ha expresado Luis Almagro en múltiples oportunidades, no debe haber espacio para hacernos menos democráticos a causa de la pandemia.

Este pronunciamiento sirve de precedente para resaltar la necesidad de que la comunidad internacional actúe y reaccione de manera colectiva y oportuna consolidando los valores democráticos como faro en los oscuros momentos que vivimos. La democracia es la única ruta para derrotar la pandemia y alcanzar la recuperación económica y social en los años por venir.