XV Reunión Interamericana de Autoridades Electorales

Escribo estas líneas desde Quito, Ecuador, sede de la XV Reunión Interamericana de Autoridades Electorales, misma que es organizada por el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Contencioso Electoral del Ecuador; bajo la coordinación del Departamento de Cooperación y Observación Electoral de la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA. 

Las Reuniones Interamericanas de Autoridades Electorales (RAE) promueven el intercambio de conocimientos, experiencias y prácticas exitosas en la administración electoral dentro de la región. Estas reuniones facilitan la cooperación horizontal para fortalecer continuamente las capacidades institucionales de los organismos electorales. 

La XV RAE es el único foro que reúne a todas las autoridades del hemisferio, y busca proporcionar un espacio en el que se puedan identificar y discutir los retos que enfrentamos.

En Quito están presentes las autoridades de 32 organismos electorales, que representan a 23 países de todo el continente, quienes asisten a charlas magistrales, paneles y talleres sobre los desafíos actuales.

La democracia contemporánea se enfrenta a un coctel explosivo que combina los efectos de covid-19, la erosión democrática, la polarización, el fanatismo, la violencia política y, en especial, la desinformación y las noticias falsas.

En este contexto desafiante para la democracia, son indispensables los espacios de reflexión, diálogo y construcción conjunta, como el encuentro de autoridades electorales. 

Como lo ha señalado el secretario general de la OEA, Luis Almagro: “Sabemos que el trabajo de la democracia nunca termina y si dejamos de trabajar para mejorarla permanentemente, para protegerla, para hacerla más eficiente, la democracia se erosiona”.

Como lo señala el Reporte final sobre integridad electoral en América Latina, de la Fundación Kofi Annan: cuando las instituciones electorales se debilitan, se abre peligrosamente la puerta al autoritarismo. 

Los actores políticos que buscan irresponsablemente denigrar y estigmatizar al árbitro electoral, con tal de obtener ganancias de corto plazo, son responsables de enormes daños a la institucionalidad, la legalidad y la legitimidad de los comicios. 

El potencial transformador de la democracia sólo puede alcanzarse si las decisiones de las autoridades electorales son autónomas e independientes, si los procesos electorales son esencialmente eficientes y garantizan el respeto absoluto a la voluntad de la gente.

En los últimos años, hemos asistido a procesos electorales muy competitivos con resultados electorales ajustados y una corriente peligrosa de permanente desacreditación del árbitro electoral. Denigrar y estigmatizar a las instituciones causa daños irreparables a la confianza ciudadana y a la democracia. 

BALANCE 

El ejercicio de la política requiere de grandes dosis de responsabilidad, con el fin de garantizar transiciones pacíficas que fortalezcan la institucionalidad y la confianza en el sistema electoral.

Los organismos electorales, administrativos y contenciosos, deben tener las mejores condiciones técnicas y presupuestarias para cumplir sus funciones, rindiendo cuentas de sus acciones y garantizando a la sociedad actuaciones imparciales, justas y transparentes.

La democracia exige voces plurales y diversas que rechacen toda forma de cooptación, agresión y linchamiento en contra de los organismos electorales.

Desde la OEA, siempre estaremos dispuestos a elevar nuestra voz para defender la institucionalidad electoral, porque defender y cuidar al árbitro, es defender la democracia, la libertad y la paz.

*Los puntos de vista son a título personal.

No representan la posición de la OEA