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Allá en el Monte Oreb

Félix Cortés Camarillo

Félix Cortés Camarillo

Cancionero

 

La moral es un árbol que da moras

                y si no las da, se lo lleva la chingada.

                Gonzalo N. Santos, El alazán Tostado,

                citado de memoria

 

Todo aquel que piense que el oficio político tiene algo que ver con la moral, está, necesariamente, equivocado. Mientras que la ética busca la equidad entre las convicciones del individuo y su conducta pública sea validada, la moral —mores— se basa en que la manera de actuar conviene a la pertenencia a una comunidad y una cultura. La política, que en esencia es el arte de conquistar el poder o conservarlo, no tiene nada que ver con la ética ni con la moral.

Que es un oficio sucio y tramposo, todos en el mundo —y dije mundo— lo aceptamos.

Don Andrés Manuel López Obrador salió, ahora, con el cuento de una nueva Constitución amorosa para nuestro país, con una nueva Carta Magna basada en la conciliación y el perdón, la inclusión y la tolerancia.

 Una ley suprema en la que lo importante sea la tolerancia, la conciliación con los delincuentes de mayor rango y su “reintegración” a la sociedad.

Es obvio que su pronunciamiento fue hecho ante los dirigentes de un partido que, sin decirlo, se atribuye la simpatía militante de una ciudadanía olvidada, los cristianos que no son católicos.

La idea es una Constitución Moral. Digamos paralela a la tan manoseada que ya tenemos, pero basada en los principios de la cristiandad
—sin que se diga— por aquello de poner la otra mejilla a cada ofensa.

Al ser investido como parcialmente candidato a la Presidencia del país del partido eclesiástico de los cristianos, el partido Partido Encuentro Social, su pastor le llamó el nuevo Caleb.

En el libro de los Números, del Viejo Testamento, hay alusiones a Caleb, que junto con otros 12 judíos fueron enviados por Moisés para espiar las posibilidades de reconquistar posiciones y tomar el poder. ¿Suena familiar, no?

El asunto es que el señor López Obrador sigue navegando de un lado al otro sin que sus ciegos seguidores se den cuenta de que él pasa de la denuncia de la mafia del poder a la inclusión en sus filas de los más conspicuos representanes de este amorfo grupo. El asunto es que el movimiento Morena, que tiene un titular con nombre y apellido, maneja todas sus instancias de potencial poder como si fueran fichas de dominó. Y eso que el dominó es un juego de inteligencia.

 

PILÓN.- Ya lo dijo el santo Papa que ahora se llama Donald Trump, y lo dijo a Dios en cuello: sólo Veracruz es bello, que cada maestro de las escuelas en Estados Unidos lleve junto a la regla y el compás, su Colt .45 bien cargada de balas y chingue a su madre Xalapa.

Me recordó un mensaje que me llegó por el tuit: votar por López Obrador nada más por chingar al PRI es como divorciarte de tu esposa para casarte con tu suegra. Y eso que mi querida suegra cumple hoy años y la felicito.

 

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