Ahora, la autonomía universitaria…

Si bien, a decir de Esteban Moctezuma, el zedillista secretario de Educación, fue “por un desafortunado error de dedo…” que en la iniciativa presidencial de reforma educativa que ahora evalúa el Congreso, se eliminó la fracción VII del artículo 3º constitucional que refiere a la autonomía universitaria, lo cierto es que dada la trascendencia del asunto, prácticamente la totalidad de las instituciones de educación superior, sus autoridades, se encuentran en situación de “pre-alerta” máxima…

Y esto, porque la omisión existente en la propuesta que Andrés Manuel López Obrador puso en manos del Legislativo el pasado 12 de diciembre, no sólo incluye —aún cuando haya sido a causa de un error— la omisión de la garantía referida, también plantea un esquema de obligatoriedad—gratuidad de la enseñanza superior que, para decirlo pronto, pone en riesgo la existencia de un buen número de instituciones e insistimos, la capacidad de autogobernarse en prácticamente todos los órdenes.

Es verdad, y así hay que destacarlo, que tanto las universidades de manera individual como la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), que las representan, mantienen ahora una diplomática y políticamente “tersa y respetuosa” relación y diálogo con el gobierno de la 4T. Ello, sin embargo, no inhibe la capacidad de unas y otra de manternese en “pre-alerta” para evitar se dé marcha atrás a una conquista, la autonomía de gobierno y gestión —administrativa, académica, etcétera— que, incluso alentó emblemáticas luchas sociales e, incluso, costó un buen número de vidas.

Apenas, el pasado 9 de febrero, en el marco de la ponencia presentada en los foros que sobre la propuesta de reforma constitucional que nos ocupa, Jaime Valls, secretario general ejecutivo de ANUIES explicitó lo anterior al externar que, merced a la autonomía de que gozan (las universidades públicas) “tienen la facultad de establecer sus condiciones y requisitos de ingreso, permanencia y egreso de sus estudiantes, así como administrar libremente su patrimonio, entre otras atribuciones” para, luego, hacer hincapié “en el compromiso del ciudadano Presidente de la República, en el sentido de corregir la omisión de la fracción VII del artículo 3º constitucional, que reconoce la autonomía de las universidades e instituciones de educación superior que gozan de ella por ley”.

A la fecha, y aun cuando el cuestionado coordinador de la fracción morena en la Cámara, Mario Delgado, ha ofrecido que se corregirá el error y la autonomía universitaria será respetada en sus términos actuales, la inquietud y nerviosismo prevalecen en el sector. A nivel autoridades sí, pero también estudiantes y esto, digámoslo claro, no necesariamente es positivo.

ASTERISCOS

*Apenas volver al país, presumiblemente el miércoles, la otrora superpoderosa Elba Esther Gordillo asumirá de manera personal, dicen, la estrategia definida para recuperar el liderazgo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) primero y, después, para convertir en partido político nacional sus Redes Sociales Progresistas…

*Al cierre de la pasada semana, por cierto, el cada vez más evidente clientelismo de la 4T cobró una víctima más en la persona de la panista Clara Torres, quien luego de 15 años como responsable del programa de estancias infantiles de la (ex) Sedesol, decidió dejar el cargo en protesta por la decisión de reducir el apoyo oficial a éstas…¡para ganar un puñado más de apoyos!

*Tras reunirse con el moreno titular de la Comisión de Presupuesto en San Lázaro, Alfonso Ramírez, en el marco del Foro Presupuesto Chihuahua-2019, el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada confió que tanto su municipio como otros de la entidad podrían, pronto, recibir buenas noticas en materia de asignación de recursos para infraestructura.

Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.

                Twitter: @EnriqueArandaP