Ser invisible dos veces: el cuidado de las personas con discapacidad

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación, el 58.3 por ciento de las personas con discapacidad declaró que ha sufrido discriminación. Ésta se manifiesta de formas dolorosas, desde el rechazo o exclusión de actividades sociales, hasta agresiones.

El cuidado de personas con discapacidad es un cuidado especial y técnico que requiere de terapias físicas, recreacionales, sicológicas y un sinfín de recursos, los cuales. a consecuencia de la pandemia. están en total abandono.

La atención de la discapacidad es integral y va más allá de visitas a hospitales o centros de rehabilitación. Requiere también iniciativas y apoyos en temas de educación y sociales. Su atención necesita igualmente de cuidado para quienes cuidan: acompañamiento y atención para hacerlo de la mejor manera.

¿Quién cuida de las personas con discapacidad? Según datos de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las mujeres, en general, trabajamos en el cuidado y el hogar aproximadamente 1,979 horas a la semana, contra las 79 horas semanales que dedican los hombres a esta actividad. Esto hace claro que la mayor parte de este cuidado recae en las mujeres.

El derecho al cuidado digno, que incluya el cuidado a las personas con discapacidad, es uno de nuestros grandes pendientes como sociedad.

Existen acciones que deben complementarse: como la pensión para el Bienestar de las Personas con discapacidad, la cual beneficia a todas las personas con discapacidad que pertenezcan a grupos indígenas del país y que tengan entre 0 a 64 años; niñas, niños y jóvenes con discapacidad permanente de 0 a 29 años, que vivan en municipios y zonas urbanas de alta y muy alta marginación. Para este sector, el monto de apoyo es de 2 mil 550 pesos, los cuales se entregan bimestralmente, sin personas intermediarias.

También, este año se discutirá el Sistema Nacional de Cuidados en el Senado. Este es un gran paso para visibilizar que el cuidado afecta a dos tipos de personas: a quienes reciben, y a quienes lo dan.

Las personas con discapacidad y quienes cuidamos y acompañamos a estas personas luchamos no por un derecho ni reconocimiento especial, sino por alcanzar la igualdad en trato y condiciones. Igualdad, ni más ni menos, para todos y todas.