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La falsa disculpa de Mireles

Columnista Invitado Nacional

Columnista Invitado Nacional

Por Catalina Monreal *

 

Durante un acto público en Apatzingán, Michoacán, el designado subdelegado del ISSSTE, José Manuel Mireles Valverde, insultó a las mujeres, parejas de los derechohabientes, al llamarlas “pirujas” entre otros adjetivos. Esto, al referirse a la alta demanda de servicios.

Las reacciones no se hicieron esperar. El titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos inició una queja en contra del subdelegado, reprobando su actuar por violación al derecho a la igualdad, así como el derecho de las mujeres a disfrutar de una vida libre de violencia física, sexual y psicológica.

Por su parte, el Presidente de la República señaló que le solicitaría al subdelegado que ofreciera disculpas públicas y asumiera el compromiso de no hacer más ese tipo de comentarios y destacó que su gobierno estará atento a cualquier denuncia en contra de Mireles.

El doctor Mireles, mediante su cuenta de Twitter, ofreció disculpas comentando que “sí se le escapan algunas veces los malos términos” y que es “una de mis formas de hablar erróneamente”, “pero siempre he tenido un gran respeto por la mujer”.

Una semana más tarde en Uruapan, al relatar que un dirigente lo amenazó con hacer una manifestación y tomar la delegación si no le daba una base para una mujer porque había conseguido una “nalguita nueva”, Mireles expresó: “Son palabras de él, yo les llamo de otras cosas, a lo mejor más feas, pero son palabras mías”, enunció nuevamente denostando a las mujeres.

Por este hecho, el exlíder de las autodefensas publicó una carta, nuevamente, lamentando profundamente “haber parafraseado las palabras de un dirigente sindical, que sin duda son desafortunadas e indignantes, de una realidad que nos ofende como mexicanos”.

Para el director del ISSSTE, las declaraciones de Mireles son reprobables y no descartó que el Órgano Interno de Control aplique una sanción. El Instituto Nacional de las Mujeres condenó y lamentó las misóginas y discriminatorias declaraciones del funcionario michoacano y señaló que dichas expresiones fomentan la discriminación en el acceso a los servicios médicos.

Además, la Secretaría de la Función Pública inició una investigación para “indagar” si el funcionario faltó a lo señalado por el Código de Ética de las Personas Servidoras Públicas del Gobierno Federal que obliga a brindar un trato igualitario, evitando cualquier acción que menoscabe la dignidad humana, los derechos y libertades o constituya una forma de discriminación.

Por su parte, el Senado exhortó al subdelegado Mireles para que presente la renuncia a su cargo por las “expresiones machistas, misóginas y violentas pronunciadas contra las mujeres derechohabientes del Instituto y todas las mujeres del país”.

Las palabras del doctor Mireles son un ejemplo del México misógino y machista en el cual todavía vivimos. El ofrecer una disculpa pública es más un acto “reflejo” o de una actitud “políticamente correcta”.

Es claro que el funcionario público no ha internalizado que sus comentarios son sexistas y violentos, por lo tanto, puede ofrecer miles de disculpas, pero eso no será más que una farsa. Más allá de un mea culpa falso se necesita capacitar, sensibilizar y sobre todo internalizar que sus expresiones refuerzan el estereotipo de género y más violencia contra las mujeres. 

El señor Mireles es victimario y perpetrador del sistema patriarcal, un sistema lleno de simbolismo, costumbres y prácticas que se repiten de manera casi automática, porque lo hemos aprendido a lo largo de nuestra vida, los roles, estereotipos, clasificaciones que se hacen sobre el deber ser hombre o mujer, tienen su base principal en la superioridad del hombre y la subordinación de la mujer. Sin embargo, él y demás servidoras y servidores públicos están obligados a eliminar toda acción, omisión, práctica y costumbres que tengan por objeto o resultado discriminar o denostar a las mujeres y sus derechos humanos.

Una disculpa es insuficiente, falta mucho por deconstruir, por reeducar, por eliminar. Sin duda, el alto a la violencia y el logro de la igualdad sólo será posible cuando logremos también involucrar, concientizar y sensibilizar a la otra mitad de la población, que son los hombres.

Twitter: @catymonreal_

 

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