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Ciudad Juárez

Clara Scherer

Clara Scherer

No debemos olvidar. Entre 1993 y 2009 fueron asesinadas al menos 555 mujeres, de acuerdo con el seguimiento hemerográfico de la maravillosa Esther Chávez. Las feministas levantamos la voz y cada 25 de noviembre, la marcha para exigir que se cumpla la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia va in crescendo. En este 2021, 132 mujeres fueron asesinadas en Ciudad Juárez. 

No podemos olvidar a todas y cada una de las que ya no están ni a quienes, por reclamar justicia, fueron “ajusticiadas, como Marisela Escobedo. Esto tiene fácil y terrorífica traducción: ¡Cuidado con reclamar! Vuelvan ya al “calladitas se ven más bonitas” (aunque eso tampoco las librará de las violencias).

En 2009, con la sentencia del Campo Algodonero (CIDH), el gobierno debe garantizar una vida libre de violencia. Evidentemente, no ha cumplido y, en cambio, reduce presupuesto a las políticas públicas para la igualdad y para la eliminación de la violencia.

Cerca de Ciudad Juárez está Arroyo del Navajo, en el municipio de Praxedis Guerrero, parte del desierto y frontera con el Condado de El Paso. Habitado sólo por 5,111 habitantes, que viven en el horror de saber que su territorio se ha convertido en cementerio clandestino de niñas, jóvenes y mujeres asesinadas desde 2010 hasta el día de hoy. 

 

En 2015, se realizó el primer juicio oral por 11 mujeres localizadas ahí, llamado “juicio histórico”, que fracasó. Los condenados, narcomenudistas, candidatos perfectos para acusarlos y enviarlos a la cárcel. Época en la que Juárez estaba militarizada y cerca del Arroyo estaba una base militar. Indicios y testimonios señalan que pudo haber militares involucrados con esas muertes, pero no se investigó. Lo que sí se documentó fueron irregularidades, omisiones, deficiencias y un fraude procesal.

https://diario.mx/juarez/arroyo-el-navajo-omisiones-y-deficiencias-marca...

La CNDH afirmó: “La llegada de centenares de militares a la ciudad, pero sobre todo la estrategia efectuada por los tres niveles de gobierno exacerbó la problemática de los feminicidios en la ciudad”. 

https://igualdaddegenero.cndh.org.mx/Content/doc/Publicaciones/Caso-Arro...

Sabemos que aterrorizar funciona, método didáctico ancestral para obligar la sumisión de las mujeres. Giulia Marchese: “La violencia en la cotidianidad asume códigos, orienta conductas, impone símbolos y significados según los cuales se vive”. Hemos reiterado, también desde hace siglos, que somos personas y por ello, tenemos la misma dignidad y los mismos derechos. 

El peligro de “vivir en cuerpo de mujer” implica “la  amenaza permanente de  sufrir acoso sexual, las limitaciones al uso y goce del propio cuerpo (entre el cual se incluye la penalización del aborto), las amenazas de que el acoso se vuelva desaparición y secuestro con fines de trata o explotación sexual, violación y demás violencias sexuales, hasta llegar a la amenaza de que el acoso, la violación o la desaparición se vuelvan feminicidio”.  http://www.entrediversidades.unach.mx/index.php/entrediversidades/articl...

Las madres de víctimas y organizaciones civiles siguen reclamando. Parafraseando a Julia Monárrez: ¿cómo resisten al abandono de la ley las y los familiares de las víctimas y posicionan el valor político y humano de la vida de sus hijas? ¿Será una fortaleza que viene de muy atrás en la historia familiar, sembrada en vínculos afectivos y en la dignidad de esas mujeres?

Recordar Las mil y una noches, despierta rabia y dolor. No digamos Maneras trágicas de matar a una mujer. Hay que averiguar las violencias en la genealogía personal. Sorprende y entristece. Tenemos un deber de memoria. En Ciudad Juárez, en México, aún estamos muy lejos de la justicia. Bien por el Frente Cívico Nacional.

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