Logo de Excélsior                                                        

Un Presidente cruel con mujeres, niños y niñas

Cecilia Soto

Cecilia Soto

                A la memoria de Leonor Ortiz Monasterio.

Completamente invisibles por su miopía de pastor cristiano frustrado, las mujeres que a escondidas, con el corazón que se les sale del pecho, acuden a los Refugios para Mujeres Víctimas de Violencia para preguntar qué pueden hacer para salvarse, no de una nueva golpiza, sino para salvar su vida y la de sus hijos. Qué hacer para retrasar el estallido de la hora del lobo, cómo preparar la huida sin que el golpeador se dé cuenta, qué alternativas legales y de sobrevivencia económica puede tener. ¿Y él tiene salvación? ¿Hay terapias efectivas que puedan curarlo? Nada de eso es importante para el recién llegado a Palacio Nacional porque, según él, es cosa de voluntad ser bueno. Sin dudarlo, cancela la entrega de recursos a los Refugios para Mujeres Víctimas de la Violencia y para las Organizaciones de la Sociedad Civil que acumulan experiencia invaluable de décadas en las que se han dedicado a proteger a las víctimas: mujeres y niños, pero también a los hombres víctimas de una educación emocional brutal o de alguna adicción que desata el resorte de la furia incontrolable. Los Refugios y Centros de Atención pierden 350 millones de pesos que mejor irán, al capricho del Presidente, al PROBEIS, la oficina en Presidencia para desarrollar la afición al beisbol .

El recorte y la destrucción del programa de estancias infantiles estaba planeado desde la transición. El 1ro de diciembre, fueron despedidos 200 supervisores de estancias infantiles. El 15 de diciembre llegó el PEF 2019 a Cámara de Diputados con el recorte de 50 por ciento a las estancias. El 22 de diciembre se votó (con el voto en contra en lo particular). Ante el escándalo, las protestas y la renuncia de Clara Torres, la responsable del programa, se apresuraron a buscar pretextos.

Se argumentaba inicialmente que cerca de 70 por ciento de las estancias debió cerrarse por tener calificación en rojo. Esto es falso. La calificación en rojo no es a la estancia como un todo, sino que resulta después de un extenso proceso de verificación y revisión llevado a cabo por el DIF e indica la necesidad de subsanar errores puntuales en un máximo de 15 días. Recién el Presidente habló de 40 por ciento “en rojo”, lo que quiere decir que 30 por ciento ha corregido errores como:

•“No usar cubrebocas para la preparación de los alimentos de los niños”.

•“No ponerse a la altura del niño para hablarle o explicarle algo”.

•“Contar con periqueras en malas condiciones”.

•“Dar biberón mientras duerme el niño”.

En realidad, lo que demuestran estas cifras es que hubo por parte de Sedesol y del DIF un riguroso proceso de verificación de los protocolos en cada una de las más de nueve mil estancias. Y si el actual gobierno acusa al anterior de corrupción en el programa, ¿por qué creer en las verificaciones de 2018 que hizo el gobierno pasado y no éste, que no ha pisado una estancia?

Paradójicamente, un integrante del gabinete del Presidente es quién mejor ha rebatido la alternativa de dar dinero directamente a las mujeres beneficiarias del programa. El 18 de febrero, al hablar en Palacio Nacional sobre los fondos para la reconstrucción, el arquitecto Román Meyer, titular de Sedatu, se quejó: “La mayoría de los damnificados por los sismos de 2017 no aplicó el dinero que el gobierno federal les entregó para la reconstrucción de sus viviendas”. Contundente. Y lo mismo para las Estancias: Nada garantiza que el recurso vaya al cuidado profesional de los niños. Lo que el nuevo gobierno busca es, simple y llanamente, clientelas políticas.

En materia de derechos de la niñez, la Constitución y las convenciones internacionales que México ha ratificado nos obligan legalmente a la progresividad de los derechos. Y, sin embargo, las reglas de operación publicadas del nuevo programa excluyen a 624 municipios o a estados completos como Nuevo León. Esto es discriminatorio. Si México retrocede en materia de estancias infantiles y de refugios, el país puede ser sujeto de juicio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Si no hay solución positiva aquí, iremos a la CIDH. Nos vemos en Twitter: @ceciliasotog y en fb.com/ceciliasotomx

Comparte en Redes Sociales