La salud en los tiempos del neoliberalismo

Durante el discurso inaugural de Andrés Manuel López Obrador, al tomar posesión al cargo de Presidente de la República, manifestó la intención de su gobierno de reformar la Constitución “para establecer el Estado de bienestar y garantizar el derecho del pueblo a la salud, la educación y la seguridad social”.

Pero, fue más allá en sus consideraciones y destacó en una frase sin contexto que “tenemos el doble de enfermos de diabetes en comparación con países de América Latina. Durante el periodo neoliberal nos convertimos en el segundo país del mundo con mayor marginación”. Su declaración no refleja en sí misma la dimensión social del problema en nuestro país.

¿Qué es el neoliberalismo? En el caso de México, el neoliberalismo inicia con la ruptura de un modelo de crecimiento económico basado en la sustitución de importaciones, conocido también como el desarrollo hacia adentro, es decir, protección del mercado interno, en el cual el Estado desempeñó un papel importante al asumir un alto grado de intervencionismo y regulación de la actividad económica. Es durante el periodo presidencial de Miguel de la Madrid (1982-1988) cuando tiene su aplicación la estrategia neoliberal, que inicia con la venta y privatización de las primeras empresas paraestatales.

Entonces ¿cuál sería la relación entre obesidad, diabetes y modelo económico? En mi penúltima columna decía yo, con base en cifras oficiales, que la obesidad se ha convertido en un importante problema de salud pública en todos los países desarrollados. La obesidad y sobrepeso influyen directamente en la aparición de diabetes tipo 2. El sobrepeso y la obesidad en México son un problema creciente, y se encuentra en zonas ricas, pobres, rurales y urbanas. De acuerdo con la información del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), entre 2012 y 2016, el problema del sobrepeso y la obesidad en México creció 10 puntos porcentuales en mujeres adolescentes rurales, lo cual es muy grave, puesto que significa tener a casi 40% de mujeres rurales con sobrepeso y obesidad en sólo cuatro años, en un ambiente, en donde se supone, las personas se encuentran en mayor movimiento.

La OCDE también ya advirtió que México tiene la tasa más alta de sobrepeso y obesidad en mayores de 15 años. Y que el 73% de la población tiene esos problemas, de los cuales 33% tiene obesidad y 40%, sobrepeso. En los últimos 30 años, México se ha convertido en uno de los países del mundo más afectados por los índices de obesidad, las altas tasas de enfermedades cardiovasculares y con un gasto público en salud insuficiente para atender su problemática. Hay una brecha importante en el acceso a la salud en las zonas rurales.

El Coneval estimó que aproximadamente el 32% de las personas afiliadas al Seguro Popular tardó más de dos horas en trasladarse para recibir atención médica, y según la propia encuesta de satisfacción del Seguro Popular, el tiempo de espera promedio para recibir atención médica fue de 78 minutos, en el año 2014. Lo anterior nos revela que existe una demanda insatisfecha de acciones en salud que no se alcanzan a cubrir por parte de los afiliados.

En salud pública, los determinantes sociales explican la mayor parte de las inequidades sanitarias. Los determinantes sociales son las circunstancias en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Así que en el caso de la diabetes y la obesidad, deben ser analizadas a la luz de su magnitud y distribución en el contexto de algunos determinantes sociales, como por ejemplo: alimentación, distribución del ingreso y lugar de residencia, es decir, son problemas de salud pública cuya prevalencia obedece a causas multifactoriales.

En muchos naciones, se estima que la diabetes mellitus (DM) consume entre 5 y 10% del presupuesto destinado a salud, y más del 50 por ciento de este costo es debido a las complicaciones de la diabetes. Los determinantes estructurales y las condiciones de vida en su conjunto constituyen los determinantes sociales de la salud, que son la causa de la mayor parte de las desigualdades sanitarias entre las países, y dentro de cada uno.

El aumento en la obesidad y el sobrepeso, así como el comportamiento demográfico de México, en donde se advierten cambios en la pirámide poblacional, agregará más condiciones de riesgo para la población adulta. Tales tendencias incrementarán la demanda de servicios de atención por DM tipo 2 (la más frecuente) e incrementarán los costos por su atención, principalmente los generados por sus complicaciones.

La DM sí representa un reto para nuestro sistema de salud en cuanto a su prevención, detección y control. Las complicaciones a corto y largo plazo demandan atención médica y tratamientos especializados, lo que implica que su atención conlleve costos abrumadoramente altos. La salud pública es una responsabilidad del Estado compartida con su población para maximizar la salud de las colectividades.