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Un pollo con patas de gallo

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

La reciente encuesta de Consulta Mitovsky sobre el termómetro político en algunos estados donde pronto habrá elecciones para gobernar, vino a alborotar el gallinero e hizo saltar a varios gallos que de por sí ya estaban con las navajas más que afiladas.

Una de las entidades donde más caló la respuesta de los encuestados fue en San Luis Potosí, pues el panista Xavier Nava, alcalde de la capital de las tunas que ya se hacía enfilado al siguiente escaño, se topó con que hay uno que está más arriba que él.

En cuestión de conocimiento —así sea por sus malas mañas— el panista es superado por el hoy diputado verde Ricardo El Pollo Gallardo, a quien casi el 70 por ciento de los potosinos conoce, mientras que al alcalde lo ubica casi el 60 por ciento.

Pero ese dato no es el problema, sino que se preguntó a los votantes su opinión sobre posibles alianzas entre partidos para ir juntos a las urnas, y ahí fue donde se dispararon las alarmas azules.

Y es que, por partidos, Morena aparece al frente con 11 puntos de ventaja sobre el PAN; 14 sobre el PRI y 18 sobre el PVEM, de Gallardo, pero cuando los partidos hacen alianza los números se mueven de una forma muy interesante.

Si el PAN se une con el PRD pierde casi tres puntos; si lo hace con el PRI gana cuatro más, que ubicaría a este binomio con 20 por ciento. Si Morena va solo tiene el 27 por ciento, pero si se alía con el Verde, alcanza los 29, lo que le daría cierta holgura.

Y éste es justo el punto que inquieta a los panistas, pues si verdes y morenos se juntan para lanzar a El Pollo Gallardo, no habrá gallo que se le pueda poner enfrente.

Ante este panorama, en la capital de las tunas ya empezaron a recordar el pasado de ese pollo, a quien hace cinco años se le relacionó con grupos del crimen organizado, al grado de que su intención por buscar la gubernatura quedó descarrilada.

Parece que hoy se le quiere aplicar la misma, sólo que como el diputado ya fue exonerado de aquellos señalamientos, de lo más que lo pueden acusar ahora es de traicionero, pues abandonó de fea forma al PRD en busca de los brazos morenos a través del Verde.

Porque Gallardo era líder de los diputados del sol azteca en San Lázaro, donde si trabajaban con la oposición podrían frenar a Morena, cuando sospechosamente renunció al partido y abandonó con otros nueve la fracción, lo que dio cancha libre a los morenos.

Si los pejistas le reconocen esos servicios prestados, igual lo nombran su candidato y de paso le pagan al PVEM también, por haberse puesto de tapetes.

La cosa está buena en la tierra de las tunas, donde un pollo puede ser el mejor gallo, que dejaría regado de plumas azules todo el palenque político.

 

CENTAVITOS

Más de uno ya saltó ante el intento de Morena por tratar de privilegiar la morosidad en los contratos de renta, pues dicen que, además de atentar contra la propiedad privada, desalienta a la inversión inmobiliaria que tanta falta hace en esta ciudad. Los morenos quieren contratos mínimos de tres años con la misma renta; que los inquilinos no paguen si no pueden por alguna emergencia y que no tengan validez los convenios de palabra que pudieran haber celebrado amigos o parientes para rentar una propiedad. O sea, que el que rente esté en riesgo de perder su propiedad, al menos por un buen rato. La oposición dice que se opondrá, a ver si es cierto.

 

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