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Se queman expedientes de la Línea 12

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Un día después de que Morena placeó públicamente a sus corcholatas para la candidatura presidencial de 2024, un fuerte incendio destruyó parte del archivo de la Dirección General de la Secretaría de Obras de la Ciudad de México.

¿Y qué tiene eso qué ver con los aspirantes a suceder al inquilino de Palacio Nacional? Pues que ahí se encontraba el expediente de la Línea 12, cuya tragedia ha enfrentado a dos de ellos.

La noche del 3 de mayo de 2021, un tramo de esa línea del Metro se vino abajo, provocando la caída de un tren. Veintiséis personas murieron y más de cien resultaron heridas; hay una carpeta judicial abierta.

El problema es que los peritajes sobre el accidente arrojan resultados contradictorios, pues mientras el ordenado por Claudia Sheinbaum a la empresa noruega DNV señala la falta de mantenimiento como una de las causas, la jefa de Gobierno lo rechaza.

Señala que la Fiscalía de Justicia de la CDMX insiste en que la tragedia se debió a la mala planeación y ejecución de la obra, por lo que incluso ha imputado a, cuando menos, diez exfuncionarios encargados del proyecto.

En su intento por desacreditar a DNV, Sheinbaum cuestionó el uso de imágenes de Google Maps para entregar sus peritajes. Por otra parte, Ernestina Godoy asegura que fue por la mala planeación de la obra, y para sus conclusiones usa… ¡imágenes de Google Maps!

Este tema inquieta tanto a Claudia como a Marcelo, pues si fue por deficiencias en la construcción, la responsabilidad sería del canciller; si fue por falta de mantenimiento, sería de la jefa de Gobierno.

El tema sigue en el limbo, pues el juez del caso ha diferido varias veces las audiencias.

Por eso es muy raro que un día después de que la 4T los destapara como precandidatos presidenciales —junto con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López—, el expediente de este espinoso asunto haya sido alcanzado por las llamas.

Porque si bien una decisión judicial en contra de cualquiera de los dos no los llevaría a la cárcel, sí marcaría su muerte política y los dejaría fuera de la contienda.

Si los expedientes de la Línea 12 son destruidos, difícilmente se podría probar de quién es la culpa, por lo que ambos librarán el embrollo. O sea que, de comprobarse que acabaron en cenizas, se podría concluir que “el perro ha muerto y se acabó la rabia”.

¿Mágicamente el piso parejo que el domingo exigieron las corcholatas quedaría garantizado? Pues, coincidentemente, el currículum de dos de los tres aspirantes quedaría rechinando de limpio.

¿O acaso nada más el de Adán?

 

CENTAVITOS

Por cierto, apenas había sido despreciado públicamente como posible candidato presidencial en 2024, Ricardo Monreal ya se le subió a las barbas a Morena. Con su veto le dieron visibilidad y, en lugar de traidor, los mexicanos lo empiezan a ver como víctima, y ya se sabe que en este país el mejor escenario es victimizarse. Si pensaron que el zacatecano se iba a doblar no lo conocen; ayer llenó los espacios radiofónicos con entrevistas, donde aceptó que lo habían ninguneado y hasta se atrevió a decir que con su autopromoción las corcholatas estarían incurriendo en actos anticipados de campaña… Como si la intención de la nomenclatura pejista fuera borrarlo, el Tribunal de Justicia Administrativa, donde labora Toño Padierna, inhabilitó por un año a la alcaldesa en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, cercana al senador. Parece que el zacatecano ya rompió lanzas y queda libre para hacer lo que más le gusta: grillar.

 

 

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