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La Suavicrema

Vianey Esquinca

Vianey Esquinca

La inmaculada percepción

Con 15 meses de retraso y 830 millones de pesos más de lo originalmente presupuestado, el presidente Felipe Calderón inauguró ayer la Estela de Luz, también conocida como “la Suavicrema”. Aunque el evento estaba programado para hoy, éste se adelantó seguramente para que dijeran que “se inauguró antes de tiempo”.

Durante la ceremonia, militares del Estado Mayor Presidencial estuvieron muy nerviosos y no por las amenazas del Sindicato Mexicano de Electricistas de que iban a boicotear el evento, sino a que como el monumento tiene cierto aire de palo encebado, temían que la gente comenzara a gritar: “¡sube, Felipe, sube!”.

La Estela de Luz, con la que se pensaba conmemorar el Bicentenario de la Independencia de México, nació en medio de las más severas críticas de corrupción y opacidad, ya que si en cualquier parte del mundo se hubiera decidido erigir un monumento para conmemorar una fecha específica, seguramente se hubiera construido para ese día. Si se hubiera decidido destinar a esa construcción una cierta cantidad de dinero, seguramente es la que se hubiera gastado. Si se hubieran detectado irregularidades graves, seguramente se hubiera castigado a los responsables, pero en México no, aquí se celebra la inauguración con “emotivo evento”.

Hasta tema musical propio tiene la Estela de Luz y no se trata, como podría suponer el amable lector, de un corrido que dijera: “nació bajo la sospecha, su costo fue cosa finaaaaa, le llamaban la Estela, yo le puse corrupción”; sino un tema compuesto por Luis Antonio Rojas.

¿Qué fue exactamente lo que pasó con el monumento que costó 250% más y se atrasó más de un año?

Es algo que el gobierno no ha explicado aún con contundencia y veracidad, pero algunas teorías señalan lo siguiente: la Estela de Luz es seis monumentos en uno.

Conmemora: 1. El Bicentenario de la Independencia; 2. La corrupción; 3. La ineptitud de los funcionarios del gobierno federal; 4. La virilidad; 5. Las populares galletas Marinela, y 6. El dedo que pintan los legisladores a la hora de velar por los intereses ciudadanos.

Además, es un monumento multiusos; puede servir lo mismo como punto de encuentro al igual que los relojes de las estaciones del Metro o como apoyo en las pruebas proyectivas de los sicólogos: “Dígame, señor Gómez, ¿qué es lo que ve?” “Que la Torre Mayor está pariendo una torrecita”.

Si el monumento resultó muy oneroso es precisamente porque es de luz, y la luz que cobra la Comisión Federal de Electricidad es carísima.

El perico donde quiera es verde y el PRD donde quiera muerde

Hoy es la fecha límite para que todos aquellos suspirantes a obtener la candidatura interna del PRD a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal se inscriban en el concurso “Encuesta por un sueño”, organizado por el PRD en colaboración con el Gobierno del Distrito Federal y que tiene como testigo de honor al Instituto Electoral del Distrito Federal, que, pese a las evidentes irregularidades del proceso, sólo se ha quedado como chinito, nomás milando y atestiguando.

Habría otros métodos más democráticos para elegir candidatos que el que está utilizando el partido del sol azteca, como podría ser: la tómbola, los volados, escoger el palito más grande, etc. pero al partido no le interesa ni ser equitativo ni democrático, sino sostener el único bastión en el país que realmente les queda.

¿Cómo estará el PRD, que uno de los mejor posicionados en la contienda interna, Miguel Ángel Mancera, ni siquiera es perredista? Pero así están, nombres van y nombres vienen. La declinación más sorpresiva fue la de Mario Delgado, secretario de Educación del GDF, quien decidió no seguir en la carrera sucesoria. Aunque el único que realmente resintió la noticia fue Ernesto Cordero, precandidato del PAN a la Presidencia, pues es muy mala señal para los “Flippers” del mundo.

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