Ximena Herrera, audaz seductora

CIUDAD DE MÉXICO, 13 de diciembre.- Pensaríamos que poseer una personalidad y un bello rostro, como el de Ximena Herrera, es más que suficiente para triunfar en el mundo artístico. Sin embargo, en la carrera de la actriz no todo ha sido tan sencillo, también ha tenido que luchar contracorriente. Ella nos contó durante una sesión de fotos que concedió a Teve, dónde posó, muy sexy, sobre sus inicios en la actuación.

“Desde pequeña sabía que quería dedicarme a algo que tuviera que ver con el mundo artístico. Yo era la típica niña que se metía a hacer casting para comerciales y en las obras de teatro de la escuela. Pero cuando les dije a mis papá que quería estudiar actuación, me dijeron que no. La explicación que me dieron es que era una carrera muy inestable.

Entonces me convencieron para que estudiara otra cosa y después podría dedicarme a lo que quisiera. Me fui a Boston a estudiar diseño gráfico y al terminar tenía la idea de irme a Nueva Yok a estudiar actuación, pero, justo pasó lo de las Torres Gemelas y había mucho temor, así que estando en Boston conocí a Rodrigo, el cantante de Motel y él me dijo que en México había escuelas de actuación gratis y muy buenas, así que agarré mis cosas y me vine a México; tenía 21 años y muchas ganas de trabajar y afortunadamente me fue increíble porque empecé en comerciales, entré al CEA y empecé a trabajar en telenovelas.”

Dejó de ser la niña buena

Su primera participación en el cine fue al lado de Poncho Herrera en la película Volverte a ver; después decidió que tendría que arriesgar con personajes más complejos e hizo su primer semidesnudo.

“Siempre me ofrecían el papel de la niña buena, hasta que una vez rechacé uno, porque quería personajes que tuvieran más conflictos, que vivieran emociones fuertes; de ahí vinieron papeles que me implicaron muchos retos, hice a una cleptómana en una telenovela de Mapat, luego un personaje en la película La otra familia, donde hacía el papel de la amante. Ahí me enfrenté con mi primer semidesnudo, fue un personaje difícil.”

“Cuando yo empezaba a hacer cine, era la temporada de los desnudos y no estoy casada, ni peleada con el desnudo, pero tuve que luchar con el cliché, que si querías hacer cine tenía que hacer un desnudo. Yo soy de la convicción que si te tienes que desnudar para contar una historia, ya sea en televisión o en cine, pues hay que desnudarse.

Afortunadamente las cosas han cambiado y las películas se están enfocando más en las historias. Ojalá ser actriz fuera tan fácil como quitarse la ropa, porque eso es lo más fácil del mundo, lo complicado es entrar en situación para hacer un personaje.”

Una pareja en armonía

En el amor, Ximena se encuentra felizmente casada con el también actor Alex Sirvent, con quien también comparte el gusto por la música. “Tenemos seis años de estar juntos. Alex y yo nos conocimos en nuestra primer telenovela y en ese tiempo nunca nos imaginamos andar. Después de dos años de no vernos le llamé por teléfono, porque yo sabía que él componía canciones y yo quería componer. Nos empezamos a juntar y de ahí nos gustamos, luego a mí me mandaron a Miami y él se fue a Colombia a hacer una telenovela y casi un año tuvimos una relación a distancia, hasta que decidimos casarnos. Los momentos que más disfruto a su lado es cuando nos la pasamos en el estudio de grabación. Para nosotros componer es como terapéutico, eso nos une muchísimo,” finalizó.