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Remodelación del Palacio de Bellas artes, sala de “alto riesgo”

El dictamen de Protección Civil identifica una docena de anomalías que el INBA apenas

Luis Carlos Sánchez | 01-06-2011

CIUDAD DE MÉXICO, 1 de junio.- Después de la remodelación a que fue sometida, la sala principal del Palacio de Bellas Artes es un espacio de “alto riesgo” en materia de Protección Civil.

De acuerdo con la Opinión de Riesgo que la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal entregó a Teresa Vicencio, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el 25 de enero pasado, de la cual Excélsior obtuvo una copia a través de una solicitud de información pública, en la sala existen al menos 14 observaciones que convierten el lugar en un espacio inseguro para sus visitantes.

Ausencia de rampas y espacios para público con discapacidad, pasillos reducidos que evitan una evacuación ágil en caso de siniestro, barandales que no protegen a los asistentes, escalones que obstaculizan el tránsito y salidas y escaleras sin los elementos que Protección Civil exige forman parte de las consideraciones que la dependencia local pidió atender en el principal foro artístico del país y que de acuerdo con el INBA, no han sido solventadas totalmente.

A pesar de que el documento de seis páginas especifica que el INBA debió señalar “los tiempos para el cumplimiento y solventación de las observaciones realizadas, en el entendido que de no atender alguna de relevancia, no se podrá reabrir el acceso al público”, Omar Blanco, director de Asuntos Jurídicos del INBA, afirmó que apenas “la próxima semana estaremos buscando al director de Protección Civil, Oscar Roa, para poder sacar esto adelante”.

El informe, que también fue entregado al jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, señala 14 recomendaciones que de acuerdo con el funcionario, aún no han sido solventadas enteramente. Entre ellas, se señala que “el inmueble no cuenta con rampas para facilitar el acceso a personas con discapacidad a ninguna de las entradas de las distintas áreas, dificultando del mismo modo la pronta evacuación, ya que no cuenta con salidas de emergencia exclusivas para personas con discapacidad”.

En este rubro, señaló Blanco, el INBA ha implementado brigadas de desalojo que tienen la orden de levantar en brazos a las personas con discapacidad, pero que se “sigue analizando” la posibilidad de implementar rampas en los accesos, así como la posibilidad de ampliar los pasillos, pues el informe apunta: “En el área de Luneta existen dos pasillos intermedios con escalones que tienen diferente peralte y dimensiones de huellas, lo que pude provocar que los usuarios caigan por no tener continuidad de trayecto. Estos pasillos dividen las filas de butacas en tres secciones, en la última fila de butacas existe un triángulo tipo escalón que reduce el espacio del pasillo y obstaculiza el libre tránsito de los asistentes”.

Otras de las recomendaciones señala que “el Programa Interno de Protección Civil de 2010 aún no contiene las modificaciones y actualizaciones derivadas de la remodelación y adecuaciones que se realizaron”.

Al respecto el funcionario dijo que será “hasta la semana próxima (es decir, cuatro meses después de entregado el informe), entre jueves y viernes”, cuando se sienten con la gente de Protección Civil para su evaluación.

Con las observaciones señaladas por Protección Civil, el INBA habría incumplido con el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal, así como con normativas como la NOM-003-SEGOB-2002, que se refiere a ausencia de señalización para “rutas de evacuación, zonas de seguridad, puntos de reunión, qué hacer en caso de incendio o sismo, y de salidas de emergencia (…), además de que las escaleras no tienen cinta reflejante y antiderrapante en la nariz de los escalones”, señala.

Otra de las observaciones se refiere a que “el área designada para personas con capacidades diferentes no cuenta con el mínimo de espacios requerido por el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal”.

En este rubro, dijo Blanco, sólo se cuenta con 15 espacios de los 35 que se exigen.

Mal  diseñado

El programa arquitectónico que se le dio a la sala principal del Palacio de Bellas Artes tras su remodelación presenta problemas en prácticamente todos sus espacios, ya que no sólo carece de infraestructura para el libre acceso de personas discapacitadas o para su pronta evacuación en casos de siniestro, sino que además tiene elementos que atentan en contra de la integridad del público.

Larga espera

El informe entregado por la Secretaría de Protección Civil fue producto de la visita que realizó a la Sala Principal Oscar Roa Flores, director general de Prevención, el 15 de enero de este año, luego de que la dependencia local recibió solicitudes ciudadanas en las que hubo quejas sobre la eliminación de rampas para personas con discapacidad y falta de salidas de emergencia.

Las deficiencias también fueron señaladas por la representación mexicana de ICOMOS, que encabeza la arquitecta Olga Orive, luego de la remodelación de más de dos años a que fue sometido el espacio.

Con un costo de 680 millones de pesos, los trabajos coordinados por Phillippe Amand, incluyeron el cambio total de la maquinaria teatral, así como la modificación de la isóptica y acústica de la sala. Debido a las modificaciones en la Luneta, donde se incorporó una sala de operaciones técnicas, se eliminaron más de 200 butacas.

El piso en forma de cuchara que alguna vez tuvo el espacio también fue sustituido por escalones y los acabados en puertas y paredes fueron suplidos por otros. Tras el retraso en los trabajos, que inicialmente festejarían el Bicentenario de la Independencia de México, la sala abrió nuevamente sus puertas el 19 de noviembre de 2010 y comenzaron también las críticas a las obras que cambiaron las entrañas del edificio que comenzó a construirse en 1906.

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