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El compositor Enrico Chapela (CDMX, 1974) realizará hoy el estreno mundial de su obra Antiphaser, que explora la sonoridad del violín eléctrico de la mano del violinista finlandés Pekka Kuusisto y la Orquesta Sinfónica de Seattle, bajo la batuta del estadunidense Andrew Litton.
En entrevista con Excélsior, Chapela detalló que la obra –que repetirá funciones 5 y 6 de noviembre, en el Benaroya Hall de Seattle– está inspirada en la idea de cómo los selenitas (habitantes imaginarios de la Luna) observarían un eclipse terrestre desde el ecuador lunar.
A su vez, muestra la fascinación de Chapela por temas como el universo, tal como ya lo abordó en Magnetar, su concierto para violonchelo eléctrico (2011), estrenado por el chelista Johannes Moser, al igual que sus obras orquestales Antikythera (2016), explorada a partir de un antiguo dispositivo para calcular la posición de los astros en el cielo; y Lunática (2016), basada en las lunas del sistema solar.
El compositor acepta que los temas que aborda parten de aquello que él ya no pudo abordar de forma profesional, como la perfumería, la astronomía, la poesía y la gastronomía.
“Encuentro la manera de vincularme con esos temas a partir de este trabajo, para lo cual es necesario investigar, leer libros. De ahí saco las notas del programa y los materiales para componer”.
Además, Antiphaser, dijo, “es la continuación de mi concierto para chelo eléctrico, Magnetar, en el cual busco otro tema astronómico, dado que en el futuro tengo el plan de grabar un disco que contenga ambas obras y pensé en un eclipse, aunque llamarle así me pareció poco atractivo, y llegué a esa idea de imaginar un eclipse mientras alguien lo observa desde la Luna”.
Lo interesante de ese tipo de eclipses, anotó Chapela, es que la Luna no tiene atmósfera, por lo que al mirar el eclipse la luz del Sol se difracta por la atmósfera terrestre y entonces los testigos (selenitas) verían un anillo rojizo alrededor de la Tierra.
Ese anillo rojizo corresponde a la luz difractándose a través de la Tierra proyectando todos sus horizontes, atardeceres y amaneceres, que pasan a través de la atmósfera. Esa es la temática y por eso se llama Antiphaser: un acto imaginario de estar sentado en el ecuador de la luna, al momento de que ocurre un eclipse lunar en la Tierra.
¿Por qué eligió el violín eléctrico para esta pieza? “Fue idea de quienes me comisionaron la obra (la Seattle Symphony y la BBC Scottish Symphony Orchestra). Conozco bien el uso de la guitarra eléctrica y sus efectos, y tengo un entrenamiento como compositor para orquesta, dos habilidades que es raro tener y eso me hizo candidato para escribir este concierto”.
¿Tiene planeado traer la pieza a México? “Esta obra se iba a estrenar en 2020, luego en 2021 en Estados Unidos, pero se pospuso por la pandemia. Ahora verá la luz y se transmitirá en vivo desde el portal de la orquesta (en pago por evento), y se realizará una grabación documental, pero aún no hay a planes de tocarla en México, haré mis gestiones para ver si alguien se interesa”.
¿Trabaja en alguna otra pieza? “Trabajo en un concierto para batería y banda sinfónica, que se tocará en la Sala Nezahualcóyotl, del Centro Cultural Universitario de la UNAM, el 23 de marzo de 2023, que es una comisión de la Banda Sinfónica de la Universidad de Dartmouth, EU, y la interpretará Luis Miguel Costero, el baterista de la Banda Elástica y de numerosos ensambles de jazz.
“También se estrenará el dúo de guitarras Dínamo con Jaime Márquez y Oman Kaminsky, dentro del Festival Urtext, el 1 de diciembre”. Además, recién obtuve el Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA), lo que garantiza tres años para crear piezas que propuse”, completó.
Chapela estudió guitarra y composición en el Centro de Investigación y Estudios Musicales (CIEM), en México, y una especialidad en la Universidad de París VIII, su música ha sido dirigida por Esa-Pekka Salonen, Gustavo Dudamel, Marin Alsop, Joana Carneiro, Krzysztof Urbański, entre otros, y ha musicalizado cinco largometrajes mexicanos, entre los que destacan Somos lo que hay, de Jorge Michel Grau y Amar no es querer, de Guillermo Barba. Actualmente dirige el Núcleo Integral de Composición (NICO) y el CIEM.