Recibe las últimas noticias y mantente siempre informado
CIUDAD DE MÉXICO.
En el universo de puestos de elección popular que están en disputa este 6 de junio, el PRI defiende 67 distritos electorales federales, estados y municipios donde jamás ha perdido; el PAN nueve distritos electorales federales donde ha ganado desde 1997 y el PRD un distrito electoral federal donde sus militantes ha resistido las divisiones internas y la ola morenista de hace tres años.
De acuerdo con una revisión histórica realizada por Excélsior de los procesos electorales para la renovación de la Cámara de Diputados, desde la LI Legislatura, que trabajó de 1979 a 1982 y que se caracterizó por ser la primera con presencia de diputados de oposición que ganaron por mayoría en sus distritos, se observa que hay tres distritos electorales federales que toda la vida han votado por el PRI; en nueve lo han hecho por el PAN, desde 1997 y uno lo ha hecho por el PRD desde 2003 de manera ininterrumpida.
Después de gobernar todo el país durante prácticamente todo el siglo pasado, el PRI comenzó a perder el dominio electoral de manera paulatina, por lo que ahora sólo tiene cinco estados como bastiones electorales: Campeche, Coahuila, Colima, Estado de México e Hidalgo. Pero este 6 de junio sólo Campeche y Colima están en disputa.
Y en cuanto a los municipios, existen en total dos mil 446, pero los estados de Durango e Hidalgo no tienen renovación de presidencias municipales, alcaldías o ayuntamientos, por lo que son un total de dos mil 323 los que están en la mira de todos los partidos políticos. De ese universo, sólo en 62 no existe la alternancia política, pues sus ciudadanos siempre han votado por el PRI, de acuerdo con la revisión histórica realizada por Excélsior.
Los bastiones del PRI
A pesar que suma 32 años de un proceso constante de disminución de su poderío electoral, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) todavía es el partido político a vencer en 62 municipios donde nunca ha perdido, algunos de ellos ubicados en entidades donde perdió la gubernatura desde hace al menos dos décadas.
Así, en Chiapas está Larráinzar; en Chihuahua los municipios bastiones priistas son Batopilas, Guadalupe, Guadalupe y Calvo y Maguarichi; en Coahuila, se resisten a la alternancia Arteaga, Candela, Progreso y Viesca; en Guanajuato están Jaral del Progreso, Pueblo Nuevo y Santiago Maravatío; en Guerrero, Copanatoyac, Chilapa de Álvarez, General Heliodoro Castillo, Huitzuco, Tlacoapa y Tlalixtaquilla.
En Jalisco se ubican Atoyac, Cabo Corrientes, Magdalena, Santa María de Oro, Tizapán el Alto, Tuxcacuesco, San Ignacio y Tolimán; en el Estado de México, Almoloya de Alquisiras, Chimalhuacán y Villa Victoria; en Michoacán, Churumuco, Marcos Castellanos, Senguio y Susupuato.
Los registros históricos, tomados de los institutos electorales de cada entidad, permiten detectar que en Nuevo León los municipios donde siempre ha ganado el PRI son Apodaca, Aramberri, Galeana, General Escobedo, Iturbide y Mina; en Oaxaca, San José Estancia, San Miguel Soyaltepec, Santiago Jamiltepec y Santiago Tamazola; en Puebla están Atzala, Cohetzala, Huitzilan de Serdán, Ixcaquixtla, Tecomatlán; en San Luis Potosí, Guadalcázar; en Sinaloa, Badiraguato y Elota.
En Sonora están Oquitoa y Rosario; en Veracruz, Tamalin; en Yucatán, Chankom, Kopomá, Sanahcat, Sucilá, Telchac Pueblo y Teya, y en Zacatecas, Tepetongo.
Respecto a los distritos electorales federales históricamente priistas, se observa que sólo sobreviven tres: el nueve, ubicado en San Felipe del Progreso, el 36, en Tejupilco, ambos en el Estado de México, y el tercero es el nueve de Nuevo León, que es Linares.
El distrito uno, del Estado de México siempre fue ganado por el PRI, pero en 2012 le dejó el espacio a un militante del Partido Verde, lo cual rompió su hegemonía; sin embargo, ese distrito regresó a manos priistas totalmente en las dos elecciones siguientes.
El arraigo panista
El más antiguo de los adversarios políticos del PRI, el Partido Acción Nacional (PAN) ha logrado arraigar la lealtad de sus militantes, principalmente en el estado de Guanajuato, que desde 1991 que lo encabezó Carlos Medina Plascencia, no ha dejado de conducirlo, pero en este proceso electoral no está en disputa.
Los que sí están en juego son los 300 distritos electorales federales de mayoría relativa para integrar la Cámara de Diputados y aunque el PAN fue el primero en llegar por esa vía al Poder Legislativo federal en 1979, al ganar los distritos dos de Coahuila, uno y 10 de Nuevo León y siete de Sonora, tuvieron que pasar algunos años para que el voto ciudadano se mantuviera fiel y ese fenómeno se observa en nueve distritos.
Los distritos panistas más longevos son el 15 de la Ciudad de México, pues de manera ininterrumpida, los ciudadanos de Benito Juárez votan por ese partido desde 1997; en Guanajuato están los distritos dos, ubicado en San Miguel de Allende; tres, que está en León, y cinco, también en León; el voto panista es también desde 1997 de manera ininterrumpida.
También desde 1997 votan por el PAN en el cuatro de Nuevo León, ubicado en San Nicolás de los Garza, y en el cuatro de Querétaro, que está en Santiago de Querétaro.
Con un voto ininterrumpido desde el año 2000, están el distrito tres de Aguascalientes y el 14 de Guanajuato, en Acámbaro; y desde 2003 los habitantes del distrito ocho, de Salamanca, Guanajuato, votan por el PAN.
Hay tres distritos en Nuevo León, el uno, el seis y el 10 que votan por el PAN desde 1997; sin embargo, en el año 2003 los ganó el PRI, que los perdió en el 2006 y desde entonces no han cambiado al PAN.
Y el único distrito leal al PRD es el 11 de Michoacán, ubicado en Pátzcuaro. Se lo arrebató al PRI, por primera vez, en 1997, pero el tricolor lo recuperó en el año 2000; sin embargo, el perredismo lo mantiene leal desde entonces, incluso fue de los pocos que aguantó la ola de votos perredistas que se fueron a Morena hace tres años.
En mayo de 2013, Excélsior dio a conocer una investigación coordinada por Javier Aparicio y realizada por Esteban Guzmán Saucedo y María Valdez López, en el que se establece que había 132 municipios que se resistían a la alternancia política, porque siempre habían votado por el PRI, incluidas las capitales de Guerrero, Chilpancingo, y de Tlaxcala.
Ahora, en 2021, la revisión de Excélsior deja ver que esos 132 municipios sin alternancia se redujeron a 62 y ya todas las ciudades capitales del país han vivido la alternancia política.
Una historia que comenzó para la Cámara de Diputados en 1979, con un panismo conquistando las primeras cuatro diputaciones de mayoría; que continuó en 1989, con el PAN que ganó la primera gubernatura, y el mismo PAN en el triunfo presidencial del año 2000 y que en 2021 muestra a México como un país de amplio pluralismo político, a partir de la construcción de un sistema electoral que es operado por los ciudadanos en todo el territorio nacional.