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Nacional

Militar vendía armas al crimen

Documentos hackeados a la Sedena y obtenidos por MCCI dan cuenta de negociaciones hechas desde el Campo Militar Número 1

Excelsior Digital / L. Moscoso | 09-10-2022
mapa de ubicación de donde se generaron las conversaciones
El documento hackeado trae un mapa de ubicación de donde se generaron las conversaciones. Foto: Especia

 


Los archivos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por el grupo Guacamaya revelan que desde el Campo Militar No. 1, en la Ciudad de México, se realizaban negociaciones para la venta de armas a grupos criminales.

En un informe de inteligencia fechado el 10 de junio de 2019 se detalla que la Sedena tuvo conocimiento de que un militar ofrecía equipo táctico, armas y granadas, además de proporcionar información de movilidad y operativos de fuerzas armadas a una célula de un cártel del narcotráfico que tiene su base en Tejupilco, Estado de México.

El 31 de mayo (de 2019), el militar ofreció a operadores del grupo delictivo 70 granadas de fragmentación a un costo de 26 mil pesos cada una; la célula delictiva confirmó la compra de ocho de ellas, las cuales fueron entregadas en Atlacomulco, Estado de México”, se lee en el informe militar.

En el análisis de metadatos del equipo telefónico utilizado por el militar, las autoridades confirmaron que la base de operaciones del soldado ligado a criminales está en el municipio de Villa de Almoloya de Juárez, cerca del octavo regimiento mecanizado de la Sedena.

Además, la Sedena reportó en su informe confidencial que el proveedor de armas y equipo táctico es otro presunto integrante del Ejército, a quien los criminales se refieren como Antiguo y que -según el análisis de su señal telefónica- tiene su base en el Campo Militar No. 1 de la Ciudad de México.

Al momento de elaborarse el reporte de inteligencia se desconocía la identidad de ambos militares, de acuerdo con información obtenida por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y hecha pública ayer.

En otro reporte elaborado el 24 de junio de 2019 se menciona que el militar que abastecía de armas a la célula delictiva es escolta de un mando castrense al que los criminales llaman Nuevo Comandante y que tiene el rango de coronel.

En las llamadas interceptadas por la Sedena, el militar informó a un líder del grupo delictivo que desde hacía dos semanas tenía un nuevo jefe y que forma parte de su escolta.

Describió a su superior como un coronel originario de Tepalcatepec, Michoacán, “que gusta de dinero, bebida y le entra a todo”. Las llamadas interceptadas refieren que un líder criminal le pidió al militar “dos millares de municiones para fusil AK-47, cinco millares para R-15 y 50 cargadores de cada tipo de rifle”.

Adicionalmente, el militar ofreció colaborar con los delincuentes para la ubicación del fiscal regional en Amecameca, porque supuestamente a petición del líder delictivo se planeaba su asesinato.

 

 

INAI ABRE PESQUISA

El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) abrió por oficio una carpeta de investigación sobre el caso Guacamaya Leaks y el hackeó de documentos clasificados a la Sedena, aseguró Josefina Román Vergara.

La comisionada se negó a revelar los avances de la investigación, pero dijo que ya emitieron recomendaciones a la Sedena, Semar y demás agencias ministeriales y de fuerzas públicas en el país, para que realicen acciones preventivas para evitar futuros ataques cibernéticos o hackeos de sus servidores, que comprometan la seguridad nacional. — Con Información de Daniel Sánchez

 

 

 

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