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LOS PRIMEROS AÑOS
A lo largo de su existencia, Excélsior se ha caracterizado por abrir su línea editorial a las mujeres más destacadas de cada época. Tal es el caso de los primeros años de vida de este diario en que las plumas femeninas comenzaron a apoderarse de las páginas de El Periódico de la Vida Nacional.
GABRIELA MISTRAL
Una de las poetisas más importantes de Latinoamérica, quien, desde antes de llegar a México en 1922, inició sus colaboraciones para esta casa editorial en Revista de Revistas. Tras su arribo a territorio mexicano, la escritora chilena agradeció al semanario por la difusión de sus textos.
Reflexiones contundentes sobre la educación, así como la exaltación de los aspectos culturales de los pueblos hispanos, formaron parte de la riqueza plasmada por Mistral en las páginas de Excélsior y sus suplementos.
Años más tarde, en la sección literaria Diorama de la Cultura siguieron reproduciéndose sus escritos más brillantes publicados anteriormente, incluso en otros medios impresos de España y Sudamérica.
GRACE MARGUERITE DRUMMOND HAY
La célebre periodista británica se embarcó en una de las aventuras más extraordinarias de su época: Formó parte de la tripulación del Graf Zeppelin, que dio la primera vuelta al mundo en 1922, siendo la única mujer del grupo.
Durante su viaje, Drummond envió sus crónicas que fueron publicadas de manera exclusiva en Excélsior. Los relatos detallaban las condiciones climáticas, el progreso del trayecto, así como avistamientos de ballenas y aves. La narrativa utilizada por la escritora llevaba la imaginación del lector al extremo.
Además, compartió información sobre sus experiencias vividas en otros viajes alrededor del mundo, donde describía la forma de vida, música y paisajes de países como Japón o Rusia. En varios artículos publicados en Excélsior se resalta la noble pluma de Drummond como una de sus colaboradoras más preciadas.
MARÍA ENRIQUETA CAMARILLO
Una de las cuentistas y traductoras más distinguida del estado de Veracruz, incursionó en los primeros años de El Periódico de la Vida Nacional, con emotivas aportaciones a la deliberación de la vida, seducía a la fantasía al grado de transmitir ternura a través de sus letras.
La exquisita selección de palabras convertían los textos de Enriqueta una especie de espuma de sentimientos. El sentido confidente de su prosa construyó un espectro cotidiano entre la fragilidad presente en renglones y renglones modernistas.
CATALINA D’ ERZELL
Durante varios años publicó la significativa columna de opinión llamada Digo yo como mujer. Utilizó la escritura como una válvula de escape con la que condujo una de las primeras oleadas literarias feministas de sus tiempos.
Es además, conferencista, pero siempre es mujer, y por encima de todo ello, madre”, se puede leer en una publicación de Excélsior que describe a la dramaturga guanajuatense como una de las más importantes colaboradoras, de quien se publicaron sus opiniones hasta finales de la década de 1930.
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GUADALUPE DE JOSEPH
La sensibilidad poética en su máximo esplendor al relatar la vida diaria, los paisajes urbanos a través de sus travesías a lo largo de la Península Ibérica. Hizo pasear a los lectores desde Barcelona, Madrid, hasta levantar plegarias al Cristo del veneno de aquellos rumbos.
La claridad literaria con la que reseñaba sus andanzas entre las calles de los barrios españoles más emblemáticos en plena década de 1920 mostraba la lucidez de su imaginación.
Catedrales, museos y lugares perdidos quedaron plasmados desde su mente hasta el perfume de la tinta de Excélsior.
THÉRÈSE CLEMENCEAU
Una entrañable escritora francesa para Excélsior, cuyos artículos mostraban la nostalgia de la vida con el talento propio de su educación en el país europeo. Las colaboraciones de mayor relevancia se pueden leer en Revista de Revistas, publicación perteneciente a esta casa editorial.
Hizo llegar todo tipo de información proveniente de Europa a Excélsior desde su oficina en Francia. La hija del famoso político El tigre, Georges Clemenceau, brindó rigor y frescura a las páginas de este rotativo desde sus inicios.
JUANA DE IBARBOUROU
Poemas que evocan aromas con el solo palpitar de su cantar. Los versos sencillos de la poesía de Ibarborou inundaron las páginas de Excélsior y sus suplementos directamente desde Uruguay.
Algunas de sus obras fueron reproducidas en las publicaciones culturales más sobresalientes de El Periódico de la Vida Nacional, mismas que se pueden encontrar al hojear los documentos del Archivo histórico de Excélsior.
Otras mujeres inmortalizadas en estas páginas fueron Beatriz Galindo y Sara Insúa, quienes tocaron temas sobre moda, actualidad y hasta economía. Por otro lado, se encuentra la cubana Emilia Bernal, que se encargó de mostrar la exquisitez de las letras de Cuba.
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