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Histórico 1968: Ejército prepara la entrega de CU

Excélsior obtuvo la primicia de que, luego de 10 días de ocupación, personal de limpieza de la UNAM pudo entrar a las instalaciones, de donde, se supo, saldrían alrededor de tres mil soldados al mediodía siguiente

Andrés Becerril | 29-09-2018
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CIUDAD DE MÉXICO.

Las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llevaban diez días ocupadas por el Ejército. Se alistaba su entrega a las autoridades universitarias y, por ello, los trabajadores de limpia de la máxima casa de estudios pudieron entrar, bajo la supervisión de los militares.

En la edición del 29 de septiembre de 1968, Excélsior publicó información sobre cómo se vivía el ambiente en la Ciudad Universitaria, después de una decena de días de ocupación castrense del campus.

Según la información periodística, había tres mil soldados en Ciudad Universitaria, al mando del general José Hernández Toledo, quien había tenido participación en otros operativos durante el conflicto estudiantil.

En la información publicada hoy hace 50 años, se lee que el general Hernández Toledo adelantó a Miguel Ángel Martínez Agis, reportero de este diario, que el Ejército saldría mañana (30 de septiembre de 1968), aproximadamente a las 13:00 horas de CU.

Este periódico cruzó la información proporcionada por Hernández Toledo con la Secretaría de la Defensa, que no confirmó el anuncio del general.

 

En algunas instalaciones quedaron huellas de la lucha estudiantil.

 

En torno de la desocupación militar del campus universitario, el diario tuvo informes extraoficiales en el sentido de que ya había sido presentada esa petición por parte del rector Javier Barros Sierra, pero algunos comentarios no confirmaban ese dicho.

En el contexto de la entrega de las instalaciones universitarias a la autoridad de la máxima casa de estudios, se publicó que la Secretaría de la Defensa Nacional había permitido que grupos de trabajadores de intendencia de la UNAM entraran el sábado 28 de septiembre a los edificios de Ciudad Universitaria, para iniciar las labores de limpieza.

El reporte fue que, además de basura, lo que se llevaron las personas de limpia del campus universitario fue propaganda de los grupos huelguistas, en grandes cantidades. Se borraron pintas en fachadas, bardas, postes y pisos. Grupos de auditores militares iniciaron también un inventario, para informar del estado de los edificios, instalaciones y las existencias de equipos y material de laboratorio. Se dijo que el documento estaría listo en el momento de la entrega de  Ciudad Universitaria por parte del Ejército.

La información de Excélsior de hoy hace medio siglo señala que el día anterior había iniciado la devolución de automóviles que estuvieron estacionados dentro del perímetro de Ciudad Universitaria desde el 18 de septiembre de 1968, cuando entró el Ejército.

 

Hace 50 años, la portada de Excélsior daba cuenta de la cercanía de los Juegos Olímpicos en México.

 

En un primer reporte fueron entregados 500 automóviles a los propietarios, cumpliendo con el trámite de presentar los documentos de propiedad ante la Secretaría de la Defensa.

Los propietarios de vehículos que habían sido detenidos, para reclamarlos debieron mostrar boletas de libertad por falta de méritos o de otro tipo, y con ello se les entregó un permiso para entrar a CU y así poder sacar
su automóvil. En general, los vehículos no presentaron daños.

Hoy hace 50 años se publicó que a partir del mediodía del sábado 28 de septiembre se había efectuado una reunión de directores de escuelas preparatorias, escuelas y facultades profesionales y directores de institutos de investigación en la Casa del Lago del Bosque de Chapultepec.

Se declaró constituida en sesión permanente una asamblea de representantes de profesores de la Universidad Nacional. Las metas fijadas por ese grupo fueron lograr una mayor unidad entre los maestros universitarios y pugnar por que pronto se normalizaran las labores en esa casa de estudios.

Los profesores, se lee en la información periodística, señalaron que se mantendrían firmes en la lucha por la solución de asuntos estrictamente universitarios. Indicaron que pedirían la libertad de los maestros y los estudiantes detenidos, así como de otras personas, detenidas por cargos infundados.

Se informó el sábado 28 de septiembre en la Casa del Lago, que en ese lugar se efectuaría una nueva reunión de directores de escuelas y facultades, para discutir detalles relativos a la futura normalización de actividades académicas.

En otra información publicada en Excélsior se lee que la Dirección General de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de la República consignó aquel 28 de septiembre a Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca o Luis del Valle Cabeza de Vaca, a quien calificó como uno de los miembros principales del Consejo Nacional de Huelga (CNH) y acusado de participar en los disturbios estudiantiles.

Según la autoridad, Cervantes pertenecía a la Juventud Comunista y a la Central Nacional de Estudiantes Democráticos y se hacía pasar como estudiante, sin serlo, de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, según la acusación.

La consignación fue hecha al Juzgado Primero de Distrito en Materia Penal, como presunto responsable de los delitos de invitación a la rebelión, asociación delictuosa, sedición, ataques a las vías generales de comunicación, daño en propiedad ajena, robo y despojo.

Mientras esto ocurría con quien efectivamente se convirtió en uno de los líderes emblemáticos del Movimiento Estudiantil, los 57 consignados por la Procuraduría del Distrito Federal, a raíz de los disturbios que culminaron la noche del lunes 23 y la madrugada del 24 de septiembre, rindieron declaración preparatoria en el Juzgado Décimo Penal.

La nota dice que todos negaron ser responsables de los delitos que se les imputaban: robo, daño en propiedad ajena y lesiones, estos dos últimos contra agentes de la autoridad, homicidio, disparo de arma de fuego, secuestro y acopio de armas, cometidos en pandilla, así como asociación delictuosa.

La audiencia pública transcurrió sin ningún incidente. Terminó a las 18:00 horas del 28 de septiembre de 1968. En esa diligencia participaron cuatro agentes del Ministerio Público, los licenciados Adelina Gómez de Vargas, Rosalinda Serrano de Cabrera, Manuel Castañeda Villegas y Joaquín Carera Luna, indica la nota de Excélsior.

 

Las instalaciones universitarias eran resguardadas por policías militares que, según la información obtenida por Excélsior, entregarían a las autoridades de la UNAM en las próximas horas.

 

Agrega la nota que Horado Cantó Estrada, titular del juzgado, sería el encargado de decidir la suerte de los detenidos. La mayor parte de ellos eran estudiantes del Instituto Politécnico Nacional. La fecha fatal era al día siguiente: o salían libres por falta de méritos con las reservas de ley o les decretarían la formal prisión. De acuerdo con la opinión de los funcionarios del juzgado, a quienes se les decretara la formal prisión no alcanzarían la libertad bajo fianza.

La audiencia duró todo el día. Los consignados comparecieron, de cuatro en cuatro, tras las rejas. Unas 50 personas, en su mayor parte parientes de algunos de los detenidos, presenciaron la diligencia.

Una señora que dijo ser la madre de Ramón Cecaira Arias, pedía clemencia para su hijo, de quien decía, en medio de un llanto angustioso, que era “un muchacho inocente”.

La lista de los que rindieron declaración preparatoria hoy hace 50 años era la siguiente: Arturo Pérez Ángeles, Eleuterio Cruz García, Noé Fernando Gutiérrez González, Venancio Lesli Montoya, Catarino Pérez Ángeles, Fernando Anzures García, Pablo Gama Boyen, Héctor Gómez Saúz, Miguel Ángel Solís Lara, Jesús Montes Morales, José Luis García Franco, Ángel Alonso Báez, Eduardo de Jesús Sanz Aguilar, Rafael Avendaño Martínez, Mareo Antonio Navarro, Rubén Silva Montaño, Rafael Lima Nava, Carlos Guzmán Martínez, Joel Noel Gaytán Quiñones, Marcela Morales Alzate, Jorge Acosta Navas, Rafael Villalobos Sauz, José Ventura Campos, Jaime Romero Rivas.

Francisco Silva Treviño, Marco Antonio Aranda Pérez, Roberto Valdés Garibay, Sergio González Martínez, Antonio Ayala Hernández, Antonio Rolando Cadena Galicia, Gualterio García Franco, Miguel Avendaño Martínez.

Herminio Baltazar Cisneros, Manuel Pérez Valladares, José Luis Espitia Sandoval, Félix Rodríguez Flores, Alfredo Cabrera Flores, Mario Marrón Morales. Adolfo Flores Mejía, José Salce Aguilar, Roberto Palacios Martínez, Sergio Arroel Flores, Juvencio Galindez Mayén, Ramón Cecaira, Alfonso Barrios Román, Luis Alberto Manda Carbajal, Héctor Méndez Brown, Rolando Calderón Piñón, José Alejandro Reséndiz, Jacobo Herrera Orozco.

Taurino Urías Jiménez, Cayetano Ortega Tello, Jorge Abarca Corona, Arturo Salazar García, Felipe González Bello, Fernando Rivera Herrera y Luis Jorge Peña Martínez.

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