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TAMAULIPAS
En cuanto doña Mari recibió la vacuna contra el covid-19 en uno de los puestos de vacunación de Altamira, Tamaulipas, sintió que volvió a vivir.
Me siento contenta y ya siento que me voy a cuidar”, comentó.
Pero aclaró que “bueno, me tengo que cuidar, pero siento que ya tendré menos problemas para andar en la calle, he vuelto a vivir”.
María Teresa Ruiz Zamora, de 69 años, es una de las personas de la tercera edad que recibió la notificación de que podía pasar en los próximos días a vacunarse contra la enfermedad del coronavirus covid-19.
Confiesa que estuvo impaciente para acudir a uno de los nueve módulos que se colocaron en diferentes puntos del municipio del sur del estado.
Al llegarse el día, uno de sus hijos llegó a hacer fila desde las 4 de la mañana y revela que en ese momento había poca gente.
El haberse vacunado le da una esperanza de vida ante la amarga experiencia que vivió hace cinco meses al perder a su esposo, Luis Antonio Gutiérrez Alonso, de 65 años.
Si él ahorita estuviera vivo, lo trajera corriendo para que se la aplicara” dijo con tristeza.
Doña Mari relata que tanto ella como su marido vivieron la enfermedad al mismo tiempo.
Teníamos 46 años de casados, yo me quedé en la casa recuperándome pero él estuvo en el hospital, lo internaron, lo intubaron y a los 15 días falleció. El tenia azúcar, bueno yo también tengo azúcar, pero a él se le complicó con los riñones”, comentó.
Se recupera ante el recuerdo y lanza una invitación a las personas de la tercera edad además de creer en el biológico.
Claro que yo confío en ella. ¡Si todo aquel que pueda vacunarse que venga!”, dijo.
El 15 de febrero el Gobierno federal envió 26 mil 050 dosis desarrolladas por AstraZeneca para adultos mayores, de los cuales 23 mil 800 fueron para Altamira, en tanto que el resto fueron para los municipios de San Carlos y San Nicolás, ubicados en la zona centro del estado.
jcs