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¿Empacador voluntario? Esto se necesita para ser 'cerillito'

Adultos mayores buscan trabajo como 'cerillitos' ante falta de empleo por su edad

Yoel Esquivel | 06-05-2022
Adultos mayores buscan trabajo como 'cerillitos' ante falta de empleo por su edad
Cuartoscuro

Cada vez es más común ver a una persona de la tercera edad al final de la caja en un supermercado, lista para empacar tus compras. Antes era raro ver a adultos mayores acomodando los artículos en bolsas, ya que los adolescentes eran quienes se encargaban de esa tarea, pero ¿qué se necesita para ser ‘cerillito’ y qué motiva a las personas de la tercera edad a ser empacadores voluntarios?

Desde el 2003, el supermercado Gigante, hoy conocido como Soriana, sumó a las personas de la tercera edad como empacadores voluntarios, quienes comenzaron a trabajar junto a jóvenes que ya estaban inmersos en el programa.

María del Carmen Contreras comenzó en esta ocupación hace siete años. Este ha sido su primer trabajo con un turno y lugar establecido, ya que antes vendía mercancía a sus conocidos o amigos con el fin de solventar algunos gastos, pero regularmente se encargaba de las labores del hogar y el cuidado de sus hijos.

Con el sueldo de su esposo lograron subsistir de una manera modesta. Sin embargo, tras el fallecimiento de su marido, ella decidió salir de la rutina y mantenerse activa, tanto física como mentalmente; además de lograr la independencia económica con las propinas obtenidas de los clientes del supermercado, al ayudarles a acomodar los víveres en el carrito de compra.

"Mi trabajo me gusta mucho [...] me ayuda cognitivamente a estar un poco mejor. Lo poquito que gano o mucho, porque para mí es mucho, me da autonomía, decisión. A lo mejor, puedo ir al mercado y decir, sí me puedo comprar una paleta o me puedo comprar un barquillo"

Cuando se es adulto mayor, llegar a trabajar como empacador voluntario es a lo que se puede aspirar para obtener ingresos. En México, es difícil contar con un empleo formal, por el rechazo y discriminación a la vejez, tal como menciona el coordinador de Grupos Mayores Empacadores Voluntarios, Carlos Ezcurdia Fernández.

“No podemos acceder a un trabajo formal por la edad, nos piden de 50 años para abajo [...] Esta es una de las opciones a las que podemos recurrir [...] Nos tratan bien, tenemos las consideraciones de la edad, en un rango de horas de trabajo considerado”, narró.

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¿Por qué los adolescentes ya no son ‘cerillitos’?

A finales del 2013, año en que según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) 94 mil 400 personas mayores a los 60 años de edad buscaron empleo, el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) presentó el programa de vinculación laboral ante la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, A.C. (ANTAD), mediante el cual ofrecían beneficios fiscales a las empresas que se unieran a la iniciativa.

La deducción de impuestos a las empresas que siguieran el programa de inserción de adultos mayores, más los problemas de abuso laboral hacia menores de edad comenzaron a desplazar a los adolescentes. Aun así, la empacadora voluntaria recuerda haber compartido las cajas con los jóvenes. La relación era similar que con las personas de la tercera edad, pero existían diferencias en la manera de desempeñar la actividad.

"No puedes exigirle mucho a un niño que esté ahí responsable todo el tiempo. Sí lo hacen y empacaban muy rápido [...] todo lo aventaban en una bolsa. Yo siempre andaba con ellos y platicaba con ellos, incluso era el tiempo en el que te empujabas con ellos, de 'esta caja ya la gané yo'", comentó.

En datos más recientes, durante el cuarto trimestre del 2021, se registraron cerca de 81 mil adultos mayores buscando un trabajo; mientras que 49 mil perdieron su empleo o fueron despedidos. Esto refleja la continua necesidad de incluir a las personas de la tercera edad en el ámbito laboral.

¿Qué se necesita para ser ‘cerillito’ de supermercado?

El programa de Vinculación Productiva para las Personas Adultas Mayores del INAPAM tiene un convenio con 11 cadenas de autoservicio, entre ellas Soriana, Chedraui y La Comer, donde los adultos mayores pueden laborar a través del Sistema de Empacado de Mercancías.

Antes de comenzar los trámites de ingreso como empacador voluntario, es importante acercarse a la sucursal en la cual se tiene pensado laborar, con el fin de saber si hay vacantes y horarios disponibles, según menciona el personal del módulo INAPAM Tlalnepantla. 

“Hay que acercarse primero al responsable de los empacadores, porque él va a decir si todavía hay vacantes [...] Ya que les digan que sí, ellos dan los requisitos y los van a mandar aquí con nosotros [...] donde se les va a expedir una hoja que se llama ‘Vinculación Laboral’. Posteriormente, regresan al centro comercial y la presentan, para que puedan empezar a laborar”, detalló. 

Al presentarse en los módulos de atención del Instituto, se requiere llevar documentación básica en fotocopia:

  • Credencial del Instituto Nacional Electoral (INE)
  • Credencial del INAPAM
  • Carnet de Seguro Social
  • Clave Única de Registro de Población (CURP)
  • Constancia del esquema completo de vacunación covid-19
  • Comprobante de domicilio

Es obligatorio que las personas de la tercera edad estén afiliadas a alguna organización de salud, ya sea como derechohabientes jubilados, pensionados o beneficiarios del servicio por parte de algún familiar. El motivo de ello es que, en caso de emergencia, la institución correspondiente se hará cargo de la atención médica. 

“Los van rolando, no son turnos muy largos. Y ellos, quién sabe cuánta gente están manejando, para que también todos tengan oportunidad de estar en casa, detalló la asistente del módulo INAPAM Tlalnepantla. 

Cabe destacar que, al ser una actividad en la cual se obtienen propinas y no un salario, el registro en el programa y lo ingresos no influye en la pensión por parte del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) u otras organizaciones. De igual forma, el dinero percibido es libre de impuestos. 

En cuanto a la convivencia con sus compañeros e integración en el trabajo, la empacadora voluntaria María del Carmen recalcó que es cordial y sencilla. De hecho, cuenta que, a pesar de haber un grado de dificultad al empacar víveres, es posible aprender por medio de la observación. 

“Un día fui al Chedraui de aquí de mi casa y había un anuncio. Me dijo la señorita, ‘¿sabe empacar?’ y dije ‘sí, ¿qué puede ser tan difícil que no pueda empacar?’ Entonces fui, esperé, vi a mis compañeros, vi cómo estaban empacando y dije, ‘¡ah, creo que este es el mejor empacador, a ese le voy a copiar!’”, explicó.

Trabajo para tener ingresos extra

El trabajo de empacadores voluntarios no es exclusivo para quienes carecen de pensión, entre las filas de ‘cerillitos de la tercera edad’ también hay jubilados que buscan mantenerse activos y tener un ingreso extra para completar sus gastos básicos.

Los datos de la Encuesta Nacional de Población de Ocupación y Empleo del INEGI, señalan que de los más de 17 millones 800 mil adultos mayores en México, registrados en el 2021, sólo tres millones 600 mil reciben una pensión o están jubilados.

Antes del 31 de diciembre de 2020, la pensión mínima garantizada era de tres mil 289 pesos mensuales. Después de entrar en vigor la Reforma del Sistema de Pensiones en México, la cantidad percibida osciló entre los dos mil 822 y ocho mil 241 pesos, según la edad de retiro, las semanas cotizadas y el promedio del sueldo base de cotización, informó el Banco de México (Banxico).

A pesar de las modificaciones en las pensiones, el dinero no les rinde a las personas de la tercera edad, debido al encarecimiento de productos y servicios. Por lo tanto, las propinas recibidas al acomodar los artículos de consumo de los clientes, ayuda a solventar los gastos del mes, explicó el coordinador de Grupos Mayores Empacadores Voluntarios, Carlos Ezcurdia Fernández.

“Son complementarios, son satisfactorios, es una oportunidad. Algunos cuentan con su pensión de adulto mayor, otros directa del ISSSTE o del Seguro Social; entonces, todo eso nos puede ayudar a redondear. Sin embargo, ahorita hay una situación difícil”, recalcó. 

Por otra parte, a sus 70 años de edad, la empacadora voluntaria María del Carmen Contreras comenta que no padece enfermedad alguna que requiera comprar tratamientos médicos. A pesar de ello, considera que la pensión, de un poco más de dos mil pesos, que recibe por viudez es insuficiente para cubrir los gastos. 

"Hay unos que me dan propina, otros que ni me voltean a ver, otros que se van y me arrebatan las bolsas, pero es parte de la situación que se vive [...] Entonces, es cuestión de tomar el trabajo con mucha tranquilidad, con ganas de estar. Simplemente, lo que ganas ahí, si son 20, si son 50, si son 100, sirven mucho", declaró la empacadora voluntaria.

Las propinas son una fuente de ingreso extra que no siempre es estable en cuanto a la cantidad, ya que algunos clientes regularmente les dan de dos a 20 pesos. Incluso, en los momentos con menos suerte, únicamente obtiene un gesto negativo de los usuarios, pero ella siempre los atiende con una sonrisa. No obstante, en promedio, reúne 300 pesos diarios, por una jornada de cinco horas y con sólo un día de descanso a la semana. 

Por medio de esta iniciativa, las personas de la tercera edad logran una cantidad mayor de propinas en diferentes tiendas, temporadas del año, como las fechas decembrinas, u horarios de la tarde, lo cual aprovechan para acomodar sus tiempos. También colaboran para que las empresas generen más ventas, al evitar el cúmulo de personas en las cajas.  

“Ayudamos a desplazar con mayor rapidez a los clientes en la zona de las cajas. Ese es un beneficio para la tienda [...] Si es quincena, si es fin de semana, si es un horario de la mañana, de medio día, de la tarde, si está ubicado en una zona estratégica con un perfil de tienda con mayor poder adquisitivo; a algunos nos irá mejor en algunos días y mal en otros”, explicó el empacador voluntario. 

Regreso a las cajas después de pandemia

Durante la pandemia, el programa de vinculación como empacadores voluntarios para adultos mayores fue suspendido en centros comerciales, con el fin de resguardar la vida de los participantes ante la emergencia sanitaria. 

En algunos supermercados, algunos empacadores voluntarios se integraron una vez finalizado el esquema de vacunación para personas de la tercera edad. La excepción fue con Wal-Mart que se negaba a abrir sus puertas, pero recientemente firmó un nuevo convenio con el INAPAM, con el fin de restablecer a los abuelitos a sus funciones.

Esto sucedió gracias a las manifestaciones de las personas de la tercera edad que participaban en el acomodo de productos en cajas. Sin embargo, aún no se ha integrado la plantilla completa. 

"Hay muchas tiendas que aún no han abierto las puertas. Nosotros luchamos para que Walmart nos pudiera aceptar, pero también luchamos por los demás", resaltó la empacadora voluntaria María del Carmen Contreras.

Quienes se quedaron fuera del empleo de empacadores voluntarios en supermercado han optado por 'botear' y pedir dinero a los transeúntes y automovilistas que circulan en las avenidas, hasta que se renueven las oportunidades laborales.

 

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