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Nacional

'Crimen captura instituciones': José Ramón Cossío, ministro de la Suprema Corte

El juzgador advierte que la delincuencia mata a candidatos para poner a otros que convengan a sus fines
 

Juan Pablo Reyes | 13-05-2018
José Ramón Cossío, ministro de la SCJN
José Ramón Cossío, ministro de la SCJN. Foto: Héctor López/Archivo

CIUDAD DE MÉXICO.

El crimen organizado asesina a políticos con el objetivo de reordenar el fenómeno democrático y apropiarse de las instituciones del Estado, principalmente las policías, o evitar que sus rivales lo hagan, dijo el ministro de la Suprema Corte José Ramón Cossío.

En México, desde el 8 de septiembre del año pasado, fecha en que inició formalmente el proceso electoral, han sido asesinados, al menos, 93 personajes de la vida política, muchos de ellos candidatos.

Ante ellos, en entrevista con Excélsior, Cossío expuso que la delincuencia mantiene un juego muy complejo de intereses que busca eliminar a aspirantes a algún cargo y poner a otros que convengan a sus fines.

Yo no creo que sea un problema coyuntural, no me parece que sean casos aislados, me parece que la delincuencia organizada está eliminando personas para apropiarse de las instituciones del Estado, particularmente de las policías municipales, o para evitar que un grupo rival se quede con las instituciones del Estado.

El número es muy grande, 93 personas en este momento, cuando todavía nos falta más de mes y medio de proceso electoral, es altísimo; quiere esto decir que hay un juego y un rejuego muy complejo de intereses, de posiciones, de maneras de querer o eliminar a algunos por la posición que pueden ocupar o poner a otros que, por las razones que sean, se busca que estén en un cargo. Los dos fenómenos son muy complejos”, explicó.

De acuerdo con el ministro, lo que se logra con la muerte de un candidato es que se impida la participación en la contienda electoral de determinada persona, con un perfil, ideología e, incluso, intereses.

Tras analizar el panorama de violencia que se vive en el país, Cossío llamó a “hacer un alto en el camino” y elaborar, cuanto antes, un diagnóstico sobre lo mal que está la situación.

“Hasta ahora me parece que hay un pensamiento donde se cree que movilizando más al Ejército o generalizando más su presencia se van a resolver los problemas, yo creo que esto no va a poder ser así. Es necesario hacer un alto en el camino y entender la condición de las fuerzas policiacas”.

Incluso señaló que en la falta de definiciones y de operaciones estamos inmersos en un desorden que ha impedido combatir frontalmente a la delincuencia, por lo que es imperativo ir retirando progresivamente a las Fuerzas Armadas y entrenar cuerpos policiacos en sustitución.

PERCEPCIÓN

Cossío llegó a la Corte el 1 de diciembre de 2003 y ha podido vislumbrar el crecimiento del crimen organizado en México.

Contó que, en los últimos 15 años, a la Corte habían llegado a cuentagotas asuntos relacionados con el narco; sin embargo, éstos han ido poco a poco en aumento, aunque la mayoría se quedan en juzgados o tribunales colegiados.

Este cambio se vino hace unos 10 años con motivo de la generalización de la presencia del Ejército en las calles, porque no es sólo el hecho de que las Fuerzas Armadas estén presentes, sino es que me parece que en muchas entidades federativas no se ha hecho un trabajo, porque se entiende que el Ejército está cumpliendo las funciones que los estados deben estar realizando.

Cuestionado sobre el tema, Cossío consideró que hubo una mutación importante del fenómeno de la delincuencia, por lo que es necesario identificar las problemáticas y comenzar a trabajar en ellas.

Explicó, en el marco del proceso electoral que se vive, que las grandes problemáticas no se resuelven con discursos ni con anuncios de grandes transformaciones, sino identificando la raíz, empezando a componer y haciendo capacitaciones conforme lo establece la ley.

La ley, por sí misma, no transforma la realidad, no tiene ese poder metafísico o mágico o religioso, eso no transforma nada, lo que transforma es el conjunto de conductas de quienes, a partir de esa norma, empiezan a realizar prácticas”.

Además, señaló que todo cambio de sexenio por definición es un cambio de posibilidades, de paradigmas y de estrategias, por lo cual uno supondría que, quienes triunfen en las elecciones del 1 de julio reflexionen verdaderamente en la situación que atraviesa el país para que el 1 de diciembre ya se tenga un panorama sobre lo que debe hacerse.

Podemos tener ideas espléndidas y después no tener un potencial de transformación y eso me parece que es un ejercicio complejo, completo, que toma tiempo, pero que hay que empezarlo de una vez, porque de otra forma las decisiones se van posponiendo, pero entre hoy y el momento en que se identifican los problemas o se actualizan las soluciones hay más problemas que de los que partimos”, concluyó.

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