CIUDAD DE MÉXICO.
"Claro que la exijo, cómo no voy a exigir justicia cuando lo que se fue, fue mi hija, fue una parte de mi corazón, una parte de mi vida, nadie me la va a devolver".
Con el corazón destrozado es como doña América exige justicia por la muerte de su hija Xóchilt Irineo Gómez durante el atentado en el bar Caballo Blanco, de Coatzacoalcos, Veracruz.
Esta joven de 24 años de edad, era bailarina desde hace cuatro meses en el bar, empleo con el que podía mantener a sus dos hijos.
Ella vivía conmigo, tenía sus dos hijos, yo le cuidaba a sus hijos, ella es la que me ayudaba, era mi alma, mi amor, mi niña", comenta América Gómez, mamá de Xóchilt.
La misma historia la padece la familia de Ayurair Antonio Villegas, de 32 años edad, quien también perdió la vida la noche de este martes, cuando trabajaba de bailarina. La mujer dejó en la orfandad a sus 4 hijos de 16 años edad, 12 años, 8, y un bebé de 3 meses, quienes ni siquiera saben lo que pasó.
Ella era muy linda, muy trabajadora, siempre procuraba por su familia, a mis sobrinos nunca les faltaba nada, siempre era una mamá muy responsable", comentó Damaris Jael, hermana de Ayurair.
Ellas forman parte de la lista de las 10 mujeres que resultaron víctimas por este ataque, mientras que dos jóvenes extranjeros están incluidos en las de los 16 hombres fallecidos.
Filipinos eran marineros y se iban el martes
Bryan G. Varron y Natanhiel Alidan, de 25 y 35 años de edad, había llegado esta semana a Coatzacoalcos, trabajaban de marineros en un barco comercial, se iban a ir este martes, pero antes quisieron ir a divertirse un rato al bar, sin pensar que sería su última noche…
Precisamente nos acaban de entregar las dos órdenes para reclamar en la Semefo y se van a entregar en funerales señala y esperar a que el cónsul y la familia nos de la instrucción para repatriarlos, llegamos el lunes de Houston y el barco sale hoy para Houston", explicó Ramón Guzmán, agente naviero.
Los familiares viven un calvario desde que se enteraron que su ser querido estaba en el bar cuando fue el atentado, primero esperaron toda la noche afuera del bar y luego acudieron al Centro Integral de Justicia, donde a cuenta gotas les entregan el permiso para llevarse los cuerpos y darles el último adiós.
jcp
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