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“Catástrofe económica y social pudo evitarse”; señalan falta de apoyos para sortear la crisis

Expertos criticaron la estrategia para paliar los efectos de la emergencia sanitaria; México es el país más afectado en términos de pobreza

Laura Toribio | 05-04-2021
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CIUDAD DE MÉXICO.

La pobreza que trajo la pandemia de covid-19 en México pudo haberse amortiguado con invertir entre 1 y 3 puntos del PIB y reasignando recursos para apoyar a pequeñas y medianas empresas que tuvieron que cerrar, ocasionando la pérdida de millones de empleos.

La catástrofe social y económica sí pudo haberse evitado, o al menos reducido, con una política pública adecuada, que no se llevó a cabo, acusaron especialistas en economía, economía de la salud, académicos e investigadores en un foro realizado esta semana, por parte de la Fundación para la Investigación y Educación en Salud Pública (FIESP), en coordinación en el Instituto Nacional de Salud Pública y su patronato.

Además de la falta de apoyos para sortear la crisis económica que han padecido los mexicanos encima del dolor y la muerte por covid-19, por una “mala estrategia de salud” ante la pandemia, a la gente le costó tener que atenderse, advirtió Arantxa Colchero, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, experta en economía de la salud. “Tenemos un sistema de salud fragmentado que no estuvo listo para enfrentar la pandemia, hemos estudiado esto de que la gente que tuvo síntomas relacionados con covid, 67% se atendió en el sector privado, lo cual es muy grave, el sistema de salud no respondió a la pandemia”, acusó.

De acuerdo con el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM (PUED), el desempleo derivado del confinamiento produjo de manera casi inmediata un incremento de la pobreza que el Coneval estima en más de diez millones de personas, cifra que alcanzaría 16 millones, en la estimación del PUED para el caso de la pobreza alimentaria por ingresos.

“En el Centro de Estudios Educativos y Sociales recientemente hicimos un estudio, junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y encontramos que México es el segundo país con mayor afectación en términos de la pobreza, sólo Brasil que tiene una población mayor fue el único país donde se ve un aumento mayor de la pobreza, pero increíblemente viendo la otra cara de la moneda, México es el país en donde el gobierno menos ha invertido para amortiguar ese choque”, dijo Miguel Székely, director del Centro de Estudios Educativos y Sociales.

En comparaciones internacionales, por ejemplo, mencionó el caso de Bolivia  en donde se le dio un bono a las familias para amortiguarles el impacto económico por la crisis, mientras en México, destacó, se priorizaron inversiones que no eran urgentes.

“Si se va uno país por país encuentra que todos hicieron algo para amortiguarle este impacto a su población para que no se afectara tanto su patrimonio de largo plazo. Entonces, yo creo que esto en México era evitable en una muy buena medida. Cuando uno ve el presupuesto y encuentra que hay inversiones muy grandes en proyectos de infraestructura que no eran urgentes y se podrían haber pospuesto para amortiguar parte de estas afectaciones, para mí la respuesta va por el lado de que una parte importante sí era evitable”, planteó.

“No nada más hablamos de pérdida de ingresos de corto plazo que pudieron haberse amortiguado, sino incluso de otros conjuntos de dimensiones, como la educación, que fueron afectados sin que el gobierno metiera las manos y no podemos seguir cruzados de brazos”, acotó.

Al respecto, Héctor Nájera, del PUED, destacó que típicamente 70% del ingreso de un hogar es laboral, de ahí los impactos que ha tenido la pandemia a causa del desempleo.

En este contexto refirió que, según los estudios realizados en el PUED, los sectores ocupacionales más precarizados del país, que se desempeñaban en actividades de baja calificación experimentaron un crecimiento de la pobreza por ingresos 2.5 veces mayor, que los de alta calificación.

“Cuatro de cada diez mexicanos perdieron su empleo o dejaron de trabajar entre marzo y diciembre de 2020; es decir, en la pandemia, siete de cada diez mexicanos reportaron una reducción importante en sus ingresos, incluso uno de cada tres reportó una pérdida hasta de 50%”, refirió Graciela Teruel, directora del Instituto de Investigaciones sobre Desarrollo Sustentable y Equidad Social de la Universidad Iberoamericana, a partir de los resultados de la Encuesta sobre los Efectos de COVID-19.

Rodolfo de la Torre, economista del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, coincidió en que la situación que se enfrenta en México se pudo evitar. “Bastaba entre 1 punto y 3 puntos del PIB para evitar la mayor parte de las consecuencias adversas por esta disrupción del mercado de trabajo. Era inevitable posiblemente que se interrumpieran las actividades productivas, pero la consecuencia de esa interrupción pudo haberse moderado y estaba alcance de la política pública. Así que no recordaremos esto como una tragedia sólo epidemiológica, sino como una tragedia social y también de política pública”.

 

 

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