Cárteles, detrás del robo y daño a trenes; faceta de huachicoleros

CIUDAD DE MÉXICO.

Células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel Santa Rosa de Lima, La Nueva Familia Michoacana y Zetas están detrás de robos y descarrilamiento de trenes en los límites de Puebla, Veracruz, Querétaro y Guanajuato, de acuerdo con las investigaciones que realiza la División Científica de la Policía Federal.

En abril de 2016 Excélsior publicó que los cárteles de la droga controlan 90% de la ordeña de ductos de Pemex, ya que diversificaron sus delitos al pasar de la venta de droga al secuestro, cobro de piso y robo de combustible.

Fuentes de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) afirmaron que las células de las cuatro organizaciones criminales roban el cargamento de los trenes para que “las comunidades que apoyan a las bandas de huachicoleros tengan un beneficio económico”.

Las investigaciones realizadas en coordinación con elementos de la Gendarmería, Ferromex y FerroSur han seguido la pista de las unidades que son utilizadas para cargar la mercancía hurtada; la mayoría es usada también para la ordeña de los ductos y la distribución del combustible, todas estas camionetas con reporte de robo.

Hasta el momento las indagatorias de la Policía Federal se han ubicado en las comunidades de San Antonio Soledad y Tezuapan, en el municipio Cañada Morelos, además de Esperanza (Mixtlán), considerados puntos rojos en el paso del tren, que también se encuentran dentro de los perímetros del llamado Triángulo Rojo, municipios dedicados al huachicoleo.

Estas comunidades están bajo el mando de Roberto de los Santos de Jesús alias El Bukanas, líder de la organización criminal dedicada al robo de hidrocarburos denominada Sangre Nueva Zeta, brazo del cártel de Los Zetas en Puebla.

Las células del CJNG y su escisión Cártel Nueva Plaza (CNP) son las que se están disputando el robo de trenes de carga en el estado de Veracruz. De acuerdo con las investigaciones realizadas por los elementos de la Policía Federal, las disputas intracárteles que se dan en la entidad están generando el descarrilamiento de los trenes en la zona de Vaquería, municipio de Acultzingo, para “dejar mal parada a una organización criminal”. Sin embargo, las células de Los Zetas son las que predominan en el robo de azúcar, maíz, trigo, arena, varilla, alambrón, productos desembarcados en Veracruz con destino a la capital de Puebla o Ciudad de México.

A pesar de la guerra encarnizada que tienen las organizaciones delictivas CJNG contra Los Zetas, éstas tienen delimitados sus territorios, es decir el CJNG tiene su influencia en los principales municipios del estado, mientras Los Zetas se localizan en el puerto y municipios aledaños y en la llamada Alta Montaña, zona limítrofe con Puebla.

Por su parte, el Cártel Santa Rosa de Lima, dedicado al trasiego de droga, robo de combustible y ejecuciones, está dentro del robo de mercancía de trenes en menor medida en la zona limítrofe de Guanajuato con Querétaro.

El Cártel Santa Rosa de Lima comparte su territorio con el CJNG y Los Zetas que poco a poco han abandonado el estado ante el poder bélico de la organización jalisciense que se apodera de Guanajuato y también de Querétaro.

En el caso de Querétaro, el robo a tren se da en el triángulo que componen Pedro Escobedo, San Juan del Río y Tequisquiapan, también Santa María. Se han detectado cuatro bandas dedicadas a este delito, las cuales están vinculadas con el cártel de Los Zetas y lo que aún queda de Los Templarios; entre las bandas más conocidas se encuentran la de Los Molones.