Con la llegada del otoño, algunas banquetas y calles de Monterrey toman un tono amarillo debido a la gran cantidad de flores que caen de árboles; por ejemplo, el conocido como sombrilla japonesa.
Habitantes regiomontanos disfrutan de la vista que da la caída de las flores, que decoran las calles con lo que pareciera ser una alfombra en color amarillo.
Éste fenómeno se comienza a observar cada año después del equinoccio; es decir, con la entrada de la época otoñal.
Además, esta especie invasora no es nativa de nuestra región, así lo comenta Roberto Chavarría, biólogo y especialista arbolado urbano.
“La sombrilla japonesa es una especie que está afectado bastante al ecosistema, en la parte que limita a la sierra con la ciudad, el efecto más visible, es que se reproducen de una sombra asombrosa y tapan a otros árboles impidiendo la capacidad que especies nativas se puedan desarrollar”, mencionó Chavarría.
Su tamaño y lo frondoso de esta especie acaba con la oportunidad de que las especies que son nativas de Nuevo León sobrevivan y se desarrollen debido a que la falta de sol, entre otros factores no les permite llevar a cabo sus procesos biológicos necesarios.
Además, aunque es todo un espectáculo y hace lucir de manera muy coloridas las banquetas, mantener los espacios limpios con estas especies es muy complicado en el otoño y es todo un dolor de cabeza para quien vive cerca de estos árboles.
jcp
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