Aumento a aranceles al tomate 'no se puede asilar del contexto político'

CIUDAD DE MÉXICO. 

Las cuotas compensatorias del 17.5 por ciento a las importaciones de tomate rojo mexicano, impuestas por el gobierno de Estados Unidos, que entraron en  vigor este martes, responden a una presión política interna, con la que senadores republicanos como Marco Rubio, presionarían un acuerdo benéfico para los productores estadunidenses, en el marco de la elección del 2020. 

Así lo advirtió en entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen, Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, al recalcar que la decisión “no se puede asilar del contexto político, porque productores de tomate de Florida pidieron el senador republicano Marco Rubio” apoyo.

Afirmó que Rubio envió una carta en enero pasado, al secretario de Comercio, Wilbur Ross, junto con otros 49 senadores “solicitando que se terminara este acuerdo de suspensión”, con el argumento de que  no es benéfico para los productores tomateros de  Estados Unidos.

“Es muy probable que con esto, los productores lo que estén buscando es tener un acuerdo más benéfico, que les den más rentas, y a cambio  le ofrecen su apoyo electoral al senador  por Florida, Marco Rubio y a otros republicanos”, recalcó la funcionaria de la SE.

La subsecretaria Luz María de la Mora aclaró que el gobierno mexicano no es parte de esta negociación del acuerdo de suspensión, pero que se ha instado al departamento de Comercio Estadounidense para que  se alcance un acuerdo positivo para todas las partes.

La medida, alertó,  afectará a entre 40 y 50 productores y varios cientos de pequeños y medianos productores de tomate rojo de 17 entidades el país, que  emplean a cerca de 400 mil jornaleros y generan más de un millón  de empleos  indirectos.

En Estados Unidos, el valor de la economía del sector genera alrededor de 3 mil millones de dólares,  y las exportaciones tomateras de México a ese país son de 2 mil millones de dólares, por lo que la afectación, “es innecesaria, pero hay que entenderla en un contexto político”.
  
La funcionaria reconoció que sería complicado encontrar mercados alternativos para colocar el producto, al lamentar que se trata de una industria que ha estado orientada a atender el mercado de Estados Unidos específicamente.

“Las cadenas de logística y producción han estado orientadas a satisfacer las necesidades de consumo de los EU, se sube el producto a un transporte terrestre, y en 12 horas está del otro lado”.

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«pdg»