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Nacional

'Proceso de Maximiliano fue justo'; se apegó a derecho: Romero Apis

El especialista asevera que pese a 
las críticas, en el juicio contra 
el segundo emperador de México 
se evitaron vicios procesales y 
duró prácticamente dos días

Juan Pablo Reyes | 19-06-2017

CIUDAD DE MÉXICO.

La madrugada del 19 de junio de 1867 el emperador Maximiliano de México, el expresidente Miguel Miramón y el general Tomás Mejía fueron conducidos al Cerro de las Campanas para cumplir la sentencia de muerte a la que habían sido condenados.

Al filo de las siete de la mañana los tres cayeron atravesados por las balas del ejército Republicano que, casi un mes atrás, había obtenido el triunfo sobre su contraparte francesa y sus aliados conservadores.

Tras la captura de Maximiliano de Habsburgo en Querétaro, el Ministerio de Guerra Republicano dispuso que se le juzgara el 21 de mayo de 1867, junto con Miguel Miramón y Tomás Mejía, con base en la ley del 25 de enero de 1862 promulgada por Benito Juárez para castigar los delitos contra la nación, el orden, la paz pública y las garantías individuales.

Para el abogado y especialista en asuntos históricos José Elías Romero Apis, el juicio que se le siguió al segundo emperador de México tras su rendición fue justo, se evitaron vicios procesales y a todas luces apegado a Derecho a pesar de las críticas que, en su momento se hicieron contra Juárez a nivel internacional.

Se trató de un proceso judicial que se inició el 12 de junio de 1867, casi un mes después de la aprehensión del monarca sucedida el 15 de mayo, lo que podría decirse que a la luz del derecho actual fue una detención contra la ley pues, el día de hoy, no puede prologarse una detención por más de 72 horas si no se justifica con una vinculación a proceso.

En términos generales el proceso a Maximiliano de Habsburgo estuvo muy apegado a Derecho. Fue un proceso sumamente rápido, fue un proceso que duró prácticamente dos días ya que culminó el 14 de junio”, dijo.

De acuerdo con el defensor, en el mundo del Derecho existe algo que los abogados llaman el espacio sustantivo, es decir, los delitos que se cometieron y por otra parte lo que llaman el espacio adjetivo, es decir, el proceso como se debería de llevar.

Desde el punto de vista sustantivo parecía que no había duda de los delitos cometidos pues de alguna manera quedaba claro para todos que Maximiliano era un invasor, de ahí una serie de delitos que cometió sin tener apoyo legal como serían las rebeliones.

Donde hubo una discusión fuerte entre los siete integrantes del jurado fue en lo relacionado a la pena que se le iba a imponer al emperador, pues algunos consideraban que la pena que debía imponerse era la prisión e incluso la prisión perpetua y otros que pedían para él la muerte de acuerdo a una norma establecida por el presidente Benito Juárez”, explicó Romero Apis.

Reconoció que en el aspecto adjetivo podrían encontrarse algunas fallas por la detención prolongada sin auto de formal prisión, que el propio emperador no estuvo presente en el proceso realizado en el Teatro Iturbide hoy Teatro de la República, pero sí sus defensores como el abogado Mariano Riva Palacio y Rafael Martínez de la Torre.

“No estuvo nunca presente el acusado y esa es una de las principales y básicas garantías constitucionales en materia penal, de hecho es la más antiguo y que le llamamos Habeas Corpus, que esté de cuerpo presente y eso limita o impide la adecuada defensa”, detalló.

También hubo elementos “incidentales” como el que el general Mariano Escobedo le ofreció a Tomás Mejía el indulto o un cambio de pena que Mejía finalmente rechazó.

Respecto de si en su momento y contexto histórico Benito Juárez pudo hacer caso de los diversos llamados de la comunidad internacional y perdonar la vida de Maximiliano de Habsburgo, el abogado José Elías Romero Apis indicó que Juárez analizó todas las circunstancias.

El Presidente de la República tenía una serie de facultades de indulto que podían haber sido ejercidas, pero a final de cuentas optó y moralmente consideró que no correspondía el indulto pues Maximiliano, unos meses antes de su caída, expidió un decreto, llamado del 3 de marzo, en el que condenaba a muerte a todos los jefes liberales comenzando por Juárez”, sostuvo.

El especialista insistió en la dificultad de juzgar la calidad jurídica de los héroes pues muchos podrán estar de acuerdo con las acciones de Juárez pero si se revisa a la luz de un laboratorio jurídico de pureza, la situación se podría complicar.

No pasarían muy bien las fórmulas de la juridicidad y es por eso que tanto el héroe como el santo, decimos nosotros que no deben tener abogados: el héroe porque no les hace caso y el santo porque no los necesita”, señaló ante la “posible impureza del tribunal que actuó”.

A final de cuentas se decretó la pena de muerte, la cual fue emitida el 16 de junio, dos días después de terminado el proceso, dada a conocer casi de inmediato a Maximiliano y a sus dos compañeros y finalmente cumplida la mañana del 19 de junio en el Cerro de la Campanas.

CONMEMORACIÓN

Para este lunes se prevé la realización de una Misa Solemne por el 150 aniversario de la muerte del emperador Maximiliano de México y de los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía que oficiará el sacerdote Francisco Morales en la iglesia de San Ignacio de Loyola en la colonia Polanco. La invitación, dirigida al público en general “a nombre de Carlos y Doña Annie-Claire de Habsburgo Lorena”, ya circula en redes sociales.

 

Divide la figura del emperador

La semana pasada el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones en México organizó un foro para discutir y analizar el proceso que culminó con el fusilamiento de Maximiliano de México, el cual terminó con un ligero altercado por la forma en que se abordaron los aspectos relacionados con el Segundo Imperio.

Y es que la encargada del Instituto, Patricia Galeana, dijo que cuando el emperador fue asesinado, la prohibición de la pena de muerte se hallaba suspendida a causa del estado de excepción que se vivía por lo cual, el fusilamiento en el Cerro de las Campanas no fue ilegal.

Esto provocó que uno de los asistentes externara su desacuerdo con el argumento de la servidora pública y criticó la manera en que se trató el asunto del juicio seguido a Maximiliano, al expresidente Miguel Miramón y al general Tomás Mejía, además de agredir verbalmente a Galeana y a los otros dos expositores.

El foro contó con la participación del abogado y catedrático Rafael Estrada Michel, acompañado del investigador Silvestre Villegas Revueltas, quienes analizaron el contexto histórico de la época en que se desarrolló el juicio y comentaron la trascendencia e impacto del mismo para nuestro país.

Lo interesante de querer establecer un segundo imperio, es la idea de sacar a México de un marasmo horrible”, expuso Villegas.

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