CIUDAD DE MÉXICO
Hoy se cumplen diez años de que Diego Santoy Riveroll asesinara a los dos hermanos menores de Erika Peña Coss, a la sazón su novia, en la colonia Cumbres, ubicada en Monterrey.
"El Asesino de Cumbres" fue condenado por el homicidio calificado de los niños María Fernanda y Erick Peña Coss, además de secuestro, lesiones calificadas y robo con violencia. Santoy también hirió con un cuchillo a Erika, quien se convertiría en la principal testigo.
Los hechos se registraron la madrugada del 2 de marzo del 2006, y la noticia dio la vuelta al mundo por la manera en que mató a los menores de 7 y 3 años, respectivamente.
Tras lo anterior, Diego también secuestró a la empleada doméstica, encerrándola en la cajuela del automóvil en el que huyó. Hasta ahora, Santoy sigue en el claustro de El Cereso de Cadereyta, con una sentencia inicial de 138 años y seis meses de prisión, dictaminados por el juez primer penal de Monterrey el 11 de octubre de 2010. Sin embargo, y a pesar de que la sentencia fue reducida a 71 años, el Código Penal del estado dicta que el asesino sólo podrá pasar 40 años en prisión.
Santoy, quien contrajera matrimonio en 2009, se convirtió después en padre.
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