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Nacional

No represento 
a ningún partido: Rosaura Ruiz, candidata a la rectoría de la UNAM

Mi causa ha sido la Universidad; soy una activista de tiempo completo, para mejorar la educación, la ciencia y la tecnología

leticia robles rosa | 13-10-2015
“Yo estaba de acuerdo en que no se aumentaran las cuotas, eso también debe quedar claro, y defendí mis principios de que no se aumentaran las cuotas.” Rosaura Ruiz, directora de la Facultad de Ciencias y aspirante a la rectoría de la UNAM

CIUDAD DE MÉXICO.

Conocida en toda la UNAM por su activismo de izquierda, desde que fue alumna de la Escuela Nacional Preparatoria plantel 4 durante el movimiento estudiantil de 1968, Rosaura Ruiz despeja los temores de quienes la observan como la candidata de Andrés Manuel López Obrador para la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“No represento a ningún partido político. De hecho, nunca he militado en partidos políticos. Mi causa ha sido la Universidad; soy una activista de tiempo completo, para mejorar la educación, la ciencia y la tecnología, las condiciones de las mujeres, de los jóvenes (…) Diferencias hay, clarísimamente, no sólo de mi persona, sino del propio pensamiento general de la UNAM; hay principios que no se negocian, pero sí me parece muy importante tener una relación de respeto a la autonomía de ambas partes.

“De mí para no salir a apoyar a nadie, porque no tengo derecho a que la UNAM apoye a alguien, porque yo tengo una preferencia, o de intervenciones de gobiernos, de partidos o de grupúsculos, eso hay que evitarlo”.

Pero además, esta académica que hasta el momento es la única mujer en un staff de Rectoría y la única que ha presidido la Academia Mexicana de Ciencias o dirigido la Facultad de Ciencias de la UNAM, deja claro que ella no fomenta fraudes educativos que se basan en regalar calificaciones a los estudiantes de escasos recursos.

“No confundimos la posición de izquierda con regalar calificaciones, porque conocemos perfectamente que aparte de que es un fraude, es un perjuicio para el estudiante. Cuando él vaya a ejercer su trabajo como físico cómo va a poder si no recibió el nivel académico porque era pobre o porque no tenía libros.

“No. Hay que darle las posibilidades, de alimentación, de apoyo sicológico, porque su cerebro sigue madurando. No podemos considerar que porque un alumno no tuvo las condiciones suficientes para subir del nivel se le da un título; eso sería engañar a los jóvenes y engañar al país”, aclara.

Rosaura Ruiz Gutiérrez conoce la UNAM desde las entrañas del activismo estudiantil, de la protesta de los académicos y también desde la trinchera del quehacer académico y la investigación.

Participante del Movimiento Estudiantil de 1968, como alumna de la preparatoria, fue esposa de uno de los líderes más famosos de ese momento histórico, Salvador Martínez Della Rocca, El Pino; son padres de la filósofa Rosaura Martínez Ruiz, académica de la Facultad de Filosofía y Letras.

Fue parte del movimiento protagonizado por el Consejo Estudiantil Universitario (CEU), que se opuso y derrumbó la reforma del entonces rector Jorge Carpizo y justamente fue en la superación de esa crisis interna de la Universidad que ese grupo comenzó a acercarse a José Narro Robles, actual rector y experto en la negociación política interna de la Universidad.

Carlos Imaz, Imanol Ordorika, Antonio Santos, Fernando Belaunzarán, Inti Muñoz, Adolfo Llubere, Claudia Sheimbaun, Luis Gómez, René Drucker, Óscar Moreno y Rosario Robles son algunos de los nombres más famosos del activismo de izquierda, conocida internamente como la izquierda moderada, a la que pertenece Rosaura Ruiz Gutiérrez, y que por años fueron los protagonistas de los movimientos en contra de las decisiones de los rectores.

Fueron los mismos que se opusieron al intento de alza de cuotas de José Sarukhán Kermez y los que organizaron la huelga del CGH para echar abajo el plan de aumento de cuotas de Francisco Barnés, pero que después fueron rebasados por los estudiantes radicales y fueron expulsados de ese movimiento.

Esos antecedentes, junto con la decisión del entonces rector Juan Ramón de la Fuente, de apoyar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, eslo que coloca hoy a Rosaura Ruiz en el prejuicio de que ella es la abanderada de López Obrador.

“Un rector o rectora tiene el derecho a tener sus preferencias y una persona que piensa tiene ese derecho; cada ser humano tiene ese derecho de pensamiento, pero a mí me parece que hay que dejarlas aparte; un rector tiene que ser plural. La Universidad es plural necesariamente, ésa es la riqueza de la UNAM”, dice la actual directora de la Facultad de Ciencias.

“Hay veces que uno considera que un pensamiento es muy conservador y hasta reaccionario y cuando uno lo entiende puede uno entender perfectamente que una persona con una posición que uno calificaría de esa manera tan peyorativa tiene razón.

“La UNAM es una universidad que tiene que seguir siendo la conciencia crítica, propositiva de México, su fortaleza moral; en ese sentido también la UNAM debe promover esa apertura para toda la sociedad; para oponernos a la homofobia, para defender a las mujeres de las agresiones; la UNAM tiene que dar políticas de carácter nacional en esos sentidos y sobre todo tiene que dar estas muestras”, destaca.

Educación sin calidad, es demagogia

A pregunta expresa, Rosaura Ruiz marca incluso una diferencia sustancial en materia académica, de los proyectos de izquierda que se han conocido, como las preparatorias y la universidad de la Ciudad de México, creadas por López Obrador cuando fue jefe de Gobierno, basadas en procesos de admisión por tómbola y la entrega de calificaciones sin la aplicación de los procesos de evaluación tradicionales.

“Me parece que sí es necesario que haya una gran calidad en la educación. Para mí la educación sin calidad es demagogia. Si vamos a aumentar la matrícula y no tenemos calidad, eso es demagogia, entonces hay que tener la infraestructura necesaria.

“Hay que tener las condiciones para que los jóvenes puedan hacer sus estudios con la mejor manera, por ejemplo con becas alimentarias, con becas económicas, con apoyo sicológico, con apoyo en salud; con una oferta deportiva muy importante; con una oferta cultural grande como la tiene la UNAM y que llegue a todos los rincones de la UNAM donde se tenga universitarios y funcione de manera nacional. Ésa es mi política y he tratado de favorecer el desarrollo de los estudiantes”, dice.

Fue necesario 
rescatar a la UNAM

Mujer inteligente, académica, Rosaura Ruiz es criticada por los grupos estudiantiles radicales y por investigadores que no coinciden con el activismo con fines de ascenso político, por respaldar al rector Juan Ramón de la Fuente en la decisión de que fuera la Policía Federal Preventiva la que entrara a la UNAM a detener a los integrantes del CGH, a cambio de que el rector les diera a ella y otros integrantes de la izquierda moderada diversos cargos de poder.

“En esa ocasión había que rescatar a la UNAM. Teníamos una huelga de casi 10 meses. Por supuesto que mi posición nunca es la entrada de la policía. Yo creo que esa fue una decisión gubernamental. No estoy de acuerdo, sí hice cuestionamientos, pero me pareció que en ese momento había que tratar de sacar a la universidad adelante. Muchos jóvenes se habían ido de la universidad; habían abandonado sus estudios, porque tenían que trabajar, tenían que continuar en otros lados; fue una deserción altísima.

“Yo estaba de acuerdo en que no se aumentaran las cuotas, eso también debe quedar claro, y defendí mis principios de que no se aumentaran las cuotas, pero cuando el rector Barnés cedió en todo, me pareció que el movimiento se estaba descomponiendo, que no era justo seguir manteniendo a la Universidad cerrada.

“Entonces, yo también fui crítica del movimiento estudiantil por esa cerrazón de no entender que habíamos ganado los que opinábamos que no debía haber cuotas, pero eso no significa que yo estuviera de acuerdo con que entrara la policía; no lo estuve, no estoy de acuerdo pero no era una decisión que yo pudiera tomar”.

Tengo buena relación con Enrique Peña Nieto

Y desde su trinchera de izquierda, la doctora en ciencias adelanta cómo será su relación con el gobierno priista de Enrique Peña Nieto, si la Junta de Gobierno la elije rectora.

“Voy a tener que discutir con un gobierno que es de una ideología distinta a la mía, y no todos, por cierto; también dentro del PRI hay gente que se declara de izquierda, pero es interesante comentarte que yo conozco al presidente Peña Nieto.

“Cuando él fue gobernador del Estado de México yo fui presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias y tuvimos eventos conjuntos. Hicimos trabajo conjunto, yo he seguido trabajando con el gobierno del Estado de México, ya con el licenciado Eruviel, en atender a profesores de educación básica, porque uno de mis proyectos personales en la Facultad y en mucho tiempo ha sido mejorar la educación; particularmente la científica

“Si a mí un gobierno de cualquier carácter, de cualquier forma de pensamiento me invita a trabajar lo haré y no me importa de qué partido sea, siempre y cuando respeten mis ideas y el producto de mi trabajo es reconocido y sea aplicado.

“No me asusta tener que relacionarme con gente de otra forma de pensar. Es la costumbre de la UNAM; es la costumbre de convivir con gente que opina diferente de nosotros, porque somos en particular científicos que reconocemos que nadie tiene la verdad absoluta”, explica.

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