Ciencias exactas rigen la UNAM

CIUDAD DE MÉXICO, 5 de agosto.- Este año, la Junta de Gobierno de la UNAM cumplió 70 años de ser el único órgano colegiado que decide el nombramiento del rector y la historia evidencia que este grupo de notables prefiere depositar en los hombres de las ciencias exactas la conducción de la máxima casa de estudios, principalmente en el gremio de los médicos, que dominan el gobierno de la institución.

Desde la creación de la Junta de Gobierno, que comenzó a funcionar en el primer trimestre de 1945, suman 15 hombres quienes han ocupado la Rectoría, incluido un interinato; de ellos, diez surgieron del área de las ciencias exactas y cinco de las ciencias sociales y humanidades.

El dominio de los grupos de poder de las ciencias exactas es de los médicos, pues de esos 15 hombres que han tenido la responsabilidad de conducir a la UNAM, seis surgieron de la Facultad de Medicina; de hecho, los últimos 16 años de la Universidad Nacional fueron conducidos por médicos, con lo cual es la primera ocasión en que un gremio ha conducido tantos años la vida de la institución.

El registro de los rectores de la UNAM muestra que antes de la existencia de la Junta de Gobierno, el dominio del poder universitario fue de los abogados, pero una vez que se creó la Junta de Gobierno, los hombres del área de las ciencias exactas dominaron.

Origen

Fue el sábado 6 de enero de 1945 cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que entró en vigor el 9 de enero de 1945 y estableció un plazo máximo de 30 días para que el Consejo Universitario formara a la primera Junta, nombró al abogado Antonio Caso como el primer rector de esta nueva etapa; pero Caso, quien ya era rector desde 15 de agosto de 1944, declinó mantenerse en la Rectoría, justamente porque a él le había correspondido conducir esta reforma que dio origen a este cuerpo colegiado.

Alfonso Caso se mantuvo en la Rectoría hasta que la Junta nombró al abogado Gerardo Fernández Mac Gregor, pero sólo pudo mantenerse en el puesto 11 meses.

Llegó luego el primer médico de la nueva era universitaria. Salvador Zubirán asumió la rectoría el 4 de marzo de 1946, pero debió renunciar a ella el 23 de abril de 1948 por un conflicto estudiantil.

Luis Garrido, abogado, asumió el cargo de rector el 2 de junio de 1948 y fue en el primero en completar cuatro años de gestión.

Nabor Carrillo fue el primer ingeniero en llegar a la Rectoría por decisión de la Junta de Gobierno, pero además el primero de todos los rectores en completar ocho años de gestión. Llegó el 14 de febrero de 1953 y concluyó el 13 de enero de 1961; le siguió el médico Ignacio Chávez, quien concluyó su primer periodo y se reeligió, pero un conflicto estudiantil lo sacó de la Rectoría en abril de 1966.

A Javier Barros Sierra, ingeniero, le tocó vivir el conflicto con el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz en 1968; a él lo sucedió el antropólogo y sociólogo Pablo González Casanova; emanado de las filas de la izquierda universitaria; no pudo concluir su rectorado, porque enfrentó un difícil conflicto con el sindicato; renunció en 1972.

Guillermo Soberón Acevedo, médico, llegó en enero de 1973 y se mantuvo ocho años; a él le sucedió Octavio Rivero Serrano, también médico.

Arribó Jorge Carpizo, abogado, perteneciente al grupo de Guillermo Soberón y aunque concluyó sus cuatro años no se reeligió.

El ecólogo José Sarukhán fue el tercer hombre en conservarse ocho años en la rectoría; a él le sucedió el ingeniero químico Francisco Barnés, quien sólo se quedó dos años.

Los últimos 16 años la vida de la UNAM fue conducida por dos médicos: Juan Ramón de la Fuente y José Narro Robles.