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Nacional

Clero ignora cuántos renuncian a celibato

El Episcopado afirma que la ley que obliga a los sacerdotes a mantenerse sin pareja no está a debate en México; la iglesia rechaza que el papa Francisco haya dado pie para discutir el tema

Iván E. Saldaña | 12-06-2014
El obispo Lira Rugarcía admitió que el Papa dijo que el celibato no es un dogma de fe.

CIUDAD DE MÉXICO, 12 de junio.- La Arquidiócesis Primada de México dijo desconocer cuántos sacerdotes católicos han solicitado dejar el ministerio para casarse con una mujer y formar familia.

Después de que ayer Excélsior diera a conocer que en México existen entre seis mil y ocho mil presbíteros que han pedido la dispensa de votos, según cifras de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Católicos Casados, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) respondió que desconoce la cifra; en tanto, la Arquidiócesis Primada de México opinó que “es una cifra errónea y absurda”.

El padre Hugo Valdemar Romero, canónigo y director de Comunicación Social de la Arquidiócesis Primada de México, indicó que, aun cuando no cuenta con un cálculo aproximado de los sacerdotes que por dicho motivo abandonaron los hábitos religiosos, “es incongruente” hablar de que hoy existen miles en el país.

“No. Eso es absurdo. Si somos 16 mil sacerdotes en el país imaginemos la cantidad que hubieran dejado el ministerio. A nivel América podría ser, pero en México no somos ni 15 mil, imagínate ocho mil. El número es absurdo.”

Al respecto, el obispo de Puebla, Eugenio Lira Rugarcía, sólo contestó que “esa cifra no la tiene y francamente esa cifra no la podría decir”.  

En su edición de ayer, este diario publicó una entrevista con Lauro Macías, presidente de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Católicos Casados, quien dijo que en el país hay entre seis mil y ocho mil curas que han renunciado al celibato.

Macías señaló que en ese grupo están tanto los sacerdotes que ya recibieron la dispensa de votos por parte de las autoridades del Vaticano —autorización para dejar los hábitos—, los que ya la solicitaron pero no la han recibido, así como los que nunca la han solicitado.

Sin lugar a debate

Ni el Vaticano ni la Iglesia mexicana han abierto el debate para hacer opcional el celibato en el sacerdocio.

Integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) afirmaron que el mismo papa Francisco se los dijo el pasado 31 de mayo; mientras que la Arquidiócesis Primada de México señaló que se trata “de un debate artificial”.

El secretario general de la CEM, Eugenio Lira Rugarcía, declaró a Excélsior que, incluso, el Pontífice se expresó preocupado por el tema.

“No, no, no, al Papa —que acabamos de estar con él— le preocupa que luego haya muchas expectativas y que luego pongan en su boca palabras que nunca ha dicho; el Papa en ningún momento ha dicho esto del celibato ni es un tema que está en discusión en la Iglesia. Te lo digo porque eso nos lo dijo en la hora y media que estuvimos conversando”, dijo el jerarca católico.

La declaración que el papa Francisco emitió durante su viaje a Medio Oriente y que causó “malinterpretación” entre algunos, fue que “el celibato no es un dogma de fe”. 

Al respecto, en un artículo publicado el pasado 5 de junio el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi llamó “ignorantes o perversos” a quienes dijeron que el Papa ya había abierto la puerta para eliminar el celibato sacerdotal, “lo cual es absolutamente falso”.

Por su parte, el canónigo de la Arquidiócesis Primada de México, el padre Hugo Valdemar Romero, opinó quienes promueven terminar con dicha disciplina es “una preocupación de los que no son sacerdotes”.

“Creo que no habría esa aceptación, al menos en México. Es un debate artificial y curiosamente los más interesados son gente que está fuera de la Iglesia. En todo caso, quienes tenemos que tomar una decisión al respecto somos nosotros, no el mundo secular ni los laicos”, contestó el también director de Comunicación Social de la Arquidiócesis Primada de México.

Vaticano ordena no retener a curas casados

En tiempos del papa Benedicto XVI las conferencias episcopales del mundo recibieron “discrecionalmente” una disposición de la Santa Sede para que al sacerdote que rompa su promesa de celibato, o en su caso voto de castidad, se le separe del ministerio sacerdotal.

Es una disposición que “se procura cumplir”, indicó en entrevista el secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el obispo Eugenio Lira Rugarcía.

“Tenemos ya una disposición de la Santa Sede en la que, cuando nos topamos con el caso de un sacerdote que cohabite con una mujer y tenga hijos, debe ser separado del ministerio sacerdotal para que pueda cumplir con su responsabilidad que ha contraído como padre de familia”, dijo.

El domingo pasado, este diario publicó testimonios de sacerdotes que decidieron dejar el ministerio por haberse enamorado de mujeres; sin embargo, relataron que sus superiores optaron por retenerlos antes que permitirles cumplir con sus obligaciones de maridos y padres de familia.

Al respecto, el padre Hugo Valdemar Romero, canónigo y director de Comunicación Social de la Arquidiócesis Primada de México, indicó que, aun cuando no recuerda la fecha exacta, dicho documento se envió en carta de Roma emitida por la Congregación para el Clero.

“Fue más discrecional, digamos. Se mandó a las conferencias episcopales y en ella se decía que aquí, en este caso específico, debía prevalecer el derecho de los niños a tener un padre, y el derecho de los niños es tener un padre, entonces tenían que abandonar el ministerio para asumir esa responsabilidad, incluso el papa Benedicto lo vuelve a mencionar en una entrevista”, contestó.

En el libro La luz del mundo, que transcribe la entrevista que hizo el periodista Peter Seewald al papa Benedicto XVI, el pontífice prioriza el derecho de los niños al derecho del sacerdote de decidir.

“Cuando un sacerdote cohabita con una mujer hay que verificar si existe una verdadera voluntad matrimonial y si podrían formar un buen matrimonio. Si así fuese, tienen que seguir ese camino. Si se trata de una falta de la voluntad moral, pero no existe una real vinculación interior, hay que intentar encontrar caminos de sanación para él y para ella”.

“En todo caso, hay que cuidar que se haga justicia a los niños —que son el bien primordial— y que se les brinde el ámbito vital de educación que necesitan”, contestó el Papa al periodista.

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