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Nacional

Iglesia abre Semana Santa y ora por víctimas de accidente en Veracruz

El cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado de México, oró por las 36 víctimas en el choque e incendio de un autobús turístico

Iván E. Saldaña / Foto: Archivo | 13-04-2014

CIUDAD DE MÉXICO, 13 de abril.- El tiempo de preparación cuaresmal terminó y este 13 de abril comienza la Semana Santa; así lo anunció a su comunidad el cardenal Norberto Rivera Carrera, minutos antes de celebrar la misa de Domingo de Ramos y de bendecir las palmas de los fieles católicos afuera de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

Después de haber preparado nuestros corazones desde el principio de la Cuaresma con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, hoy nos reunimos para iniciar unidos con toda la Iglesia la celebración anual del ministerio Pascual, es decir, de la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo.”

Al comenzar la celebración litúrgica, el cardenal, religiosos y fieles oraron por las 36 personas fallecidas en un accidente carretero la madrugada de este domingo en Veracruz, donde un autobús chocó y se incendió.

Asimismo, dieron lectura a una serie de oraciones para pedir por la paz que muchas familias no alcanzan, y por la misma entre naciones que viven en conflictos.

Después de la lectura de la Pasión de Jesucristo ‒como preludio de lo que se estará celebrando en los próximos días‒, el arzobispo primado de México pidió vivir con fe y devoción esta semana.

“Al celebrar el Domingo de Ramos, con las palmas en las manos no podemos quedarnos sólo en los elementos de una escenografía distinta a la de los demás domingos y mucho menos reducir nuestra asistencia al objetivo de llevarnos unos ramos que guardaremos como recuerdo.”

Recordó que con el Domingo de Ramos se inicia en forma solemne la Semana Santa, que culminará con la Pascua de Resurrección. Esta celebración también significa para los cristianos hacer memoria de la entrada de Jesucristo a Jerusalén.

Según el catolicismo, las palmas que se bendicen ese día en la Iglesia son un signo de que “se reconoce a Jesucristo como rey, como el hijo de Dios”, y que se acepta en la vida de todo devoto comprometiéndose en el respeto a los valores humanos.

dgp

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