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México es terreno fértil para el uso de drones en cartografía

El país es un lugar fértil para que prospere el uso de drones, lo que ha sido aprovechado por la empresa mexicana Terrasat

Claudia Ocaranza | 17-01-2014

CIUDAD DE MÉXICO, 17 de enero.- México es un lugar fértil para que prospere el uso de drones, lo que ha sido aprovechado por la empresa mexicana Terrasat, dedicada desde hace cinco años a la cartografía y geografía con tecnología geoespacial, y que desde hace un año los utiliza para ofrecer sus servicios a constructoras, gobiernos e inmobiliarias.

Las aplicaciones de los drones son muchas, depende de la escala, usualmente es recomendable volarlos para conocer las condiciones de una colonia o manzana, para evaluar proyectos ecológicos y de construcción, pero se deben utilizar en un marco de seguridad”, dijo a Excélsior Arturo Cruz, gerente comercial de Terrasat, firma cuyo giro ha cambiado a partir de los drones.

La falta de regulación de estos objetos permite que los aficionados los utilicen en ciudades y zonas pobladas, aunque, a decir de Cruz, esta práctica no es segura por estar en un ambiente lleno de cables y frecuencias.

 

Tecnología a la mano

Aunque su origen es militar, los drones para uso personal son accesibles para quienes tengan 14 mil pesos y quieran un DJI Phantom 2, lo que se puede hacer con fines recreativos. Éstos se conducen con un control remoto o un smartphone.

Los de cuatro hélices pueden ser usados para cartografía, procesos de evaluación de terreno y hasta prevención de desastres.

Para esos fines Terrasat busca utilizar “tecnología de bajo costo y pronta respuesta”, dijo Cruz, que al tener en su poder equipo de más de 130 mil pesos, entre drones de cuatro, seis y ocho aspas y GPS topográficos, pueden ser contratados para proyectos de conservación de áreas verdes o manglares, en los que volar una hectárea cuesta cinco mil pesos. 

Con los drones se pueden hacer mapas cartográficos en menos tiempo y a menor costo que volar en una avioneta para tomar fotografías. La cámara adaptada a un exacóptero procesa datos que “genera una nube de puntos y se puede trazar en 3D el modelo digital de elevación de un terreno”, dijo Cruz, quien en mayo organizará con Terrasat un foro internacional de usuarios de drones de México.

Normas para volar

La popularidad de los drones creció luego de que el año pasado Jeff Bezos, presidente de Amazon.com, anunció que su firma comenzaría a entregar los productos con esos dispositivos. 

DHL utilizó en diciembre un dron para cargar medicinas en una zona deshabitada de Alemania. UPS también evalúa hacer pruebas piloto y por su parte Domino’s probó un prototipo para entregar pizzas.

Se les puede colgar cualquier cosa, radares, cámaras, medicamentos dependiendo del tamaño del drone, pero uno grande puede soportar hasta ocho kilogramos”, dijo Cruz. En África este año se comenzó a monitorear la caza furtiva de rinocerontes.

Sin embargo existe preocupación por la privacidad, los espacios particulares y federales, pues actualmente en México no existe una regulación que indique cómo y dónde pueden volarse los aviones no tripulados.

En Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación eligió seis sitios y proyectos en los que se probarán esos artefactos como parte del mapa de ruta para expandir su uso.

Hasta ahora pueden operar drones el Departamento de Comercio, en Dakota del Norte, el aeropuerto internacional de Griffiss, en Nevada, la Universidad de Alaska y la Universidad de Texas A&M Corpus Christi.

Cruz no descarta que pronto el cielo esté poblado de drones personales y de entrega en algún momento, pero habrá que considerar las dificultades que esto presenta. “Quizá sea posible en áreas muy abiertas, como Arizona, pero en el DF sería difícil por tantos cables.”

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