OSAKA.
El presidente estadunidense, Donald Trump, demostró ayer en el G20 su camaradería con controvertidos dirigentes, desde el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, hasta el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, y el ruso Vladimir Putin, a quien le hizo una advertencia.
Trump hizo una broma que dio de que hablar en momentos en que prosiguen en Estados Unidos las investigaciones parlamentarias sobre los vínculos entre Rusia y la campaña electoral del republicano en 2016.
Con una sonrisa burlona, Trump le dijo a Putin “Nada de injerencias en las elecciones, Presidente”. Luego repitió: “Nada de injerencias”, señalándolo con el índice. Putin sonrió.
El asunto iraní fue abordado por el mandatario estadunidense y la canciller federal de Alemania, Ángela Merkel, a quien Trump pidió mantener bajo presión global máxima a Irán, citó la Deutsche Welle.
Por su parte, Bolsonaro aseguró que se mantendrá en el acuerdo de París de cambio climático.
Y el presidente chino, Xi Jinping, urgió a los miembros del G20 a que sigan las tendencias del desarrollo, guiando la globalización en la correcta dirección.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera; el de España, Pedro Sánchez; el de Argentina, Mauricio Macri; y el canciller de México, Marcelo Ebrard, durante una reunión sobre los retos globales.
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