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Candidato a legislador de origen mexicano tiene que librar la guerra sucia

Ammar Campa Najjar enfrenta los embates del actual congresista Duncan Hunter; lo acusa de terrorismo

Manuel Ocaño / Especial | 22-10-2018
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SAN DIEGO.

Un joven de 29 años aspirante al congreso, hijo de madre de Jalisco, México, y padre palestino, enfrenta en California la campaña electoral más sucia registrada en décadas.

Ammar Campa Najjar nació en San Diego, desciende por parte de su padre de una comunidad árabe cristiana que tuvo que huir de Oriente  Medio por sus creencias religiosas y se estableció en la ciudad de El Cajón, al este de San Diego.

En entrevista dijo que, en reconocimiento a su madre, Abigail Campa, que lo crió como madre soltera cuando su padre los abandonó, decidió usar primero el apellido de su mamá y luego el de su padre.

Yo soy hijo de una madre mexicana católica trabajadora y de un padre de los territorios ocupados” en Palestina, declaró Campa. Su mamá es hija de otra madre soltera que llegó de Guadalajara para trabajar en el campo en California.

El aspirante demócrata a legislador ha trabajado en el Congreso y en la Casa Blanca como asistente legislativo, por lo que el servicio secreto y otras agencias de seguridad revisaron sus antecedentes antes de permitirle la entrada.

Por eso el joven cristiano dice que no puede terminar de sorprenderse por la campaña que lanza en su contra el actual congresista Duncan Hunter.

Hunter acusó en reuniones de campaña y en un anuncio electoral de televisión que Ammar Campa Najjar “usa tres nombres distintos para ocultar sus
vínculos con terroristas”, que el abuelo del demócrata “ideó el ataque durante los juegos olímpicos en Munich”, y que lo que Campa Najjar busca es infiltrar el Congreso y ponerlo en riesgo.

Medios como el diario San Diego Union Tribune expresan por su parte en editoriales su indignación por la campaña de Duncan Hunter, del comité de las fuerzas armadas, que empaña la transparencia que debieran tener las elecciones estadunidenses.

 

 

Las acusaciones de Hunter comenzaron días después de que un gran jurado federal le formulara a él y a su esposa 60 cargos federales por malversación de fondos electorales.

De acuerdo con la procuraduría federal en San Diego, Duncan Hunter y su esposa Margaret usaron por lo menos un cuarto de millón de dólares de contribuciones electorales como si se tratara de su cuenta personal de cheques.

Los Hunter se pagaron con dinero de elecciones viajes de vacaciones a Europa y Hawái, en ocasiones con traslado aéreo de mascotas, paseos a Las Vegas, reuniones de “bistecs y tequila” en Washington, colegiaturas de los hijos, arreglos estéticos dentales, invitaciones de amistades al cine y a cenar, entre otros gastos.

Cuando le auditaron, la pareja argumentó que había regalado juguetes a niños pobres y gastado en dentistas por caridad.

Además del mal uso de fondos electorales los Hunter agravaron los cargos por mentir a autoridades federales que los auditaron.

Al enfrentar los cargos, increíblemente Duncan Hunter culpó a su esposa. Dijo que Margaret llevaba todas las cuentas, incluidas las de una fundación para recabar donativos para las campañas. Desde entonces la pareja llega a la Corte por separado y cada quien con sus propios abogados.

La procuraduría federal, designada por le presidente Donald Trump, consiguió que el juicio a los Hunter se lleve a cabo desde fines de noviembre, cuando hayan pasado las elecciones intermedias del 6 de noviembre.

Pero la actitud de Hunter no ha pasado desapercibida y ocasionalmente se le ha revertido. En su editorial, el periódico local informó que apoya a Campa Najjar, porque “es muy superior al congresista en problemas”.

Mencionó “el despreciable anuncio de Hunter, que sugiere que su oponente, un ‘milenial palestino mexicano’, estaba vinculado a grupos terroristas y estaba ‘trabajando para infiltrarse en el Congreso’”.

Hunter demuele su propia reputación, resumió el diario.

Sin embargo, en encuestas Hunter todavía lleva unos puntos de ventaja y esta semana su padre, el excongresista Duncan L. Hunter, se sumó a la campaña sucia contra Campa Najjar.

Hunter padre fue el primero que exigió un tramo de muro en la frontera de San Diego en 1988 y durante su periodo como legislador quiso colocar minas antipersonales en la frontera para detener la migración. A él se deben las bardas paralelas y hasta triples en partes de la frontera.

En apoyo de Campa Najjar, se esperaba esta semana una participación personal del senador Bernie Sanders.

Campa es de la nueva corriente de demócratas que se oponen a recibir contribuciones de corporaciones o de empresas contratadas por el gobierno.

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