Vinnie Myers, el tatuador que apoya a sobrevivientes de cáncer

Ciudad de México

Las mujeres que ganan la batalla al cáncer de mama se enfrentan a otra lucha: ver en el espejo las cicatrices de su combate.

Las pacientes encaran grandes retos durante el proceso de recuperación y reconstrucción, ya que, una vez realizada una mastectomía, el nuevo seno es un lienzo en blanco.

La operación puede recrear el tamaño y la forma del seno de la paciente, para lo cual se usa tejido de su propio cuerpo o implantes.

Los injertos de piel pueden recrear la apariencia del pezón original, pero el procedimiento no es popular porque la mayoría de las pacientes no desea otra operación y con ello otra cicatriz, según señala a The New York Times, Leo Keegan, profesor clínico asistente de cirugía en la Escuela Icahn de Medicina.

Pero al final, lo que más cuesta, según algunas sobrevivientes, es la parte emocional.

La reconstrucción puede durar de varios meses a un año y, en muchos casos, las mujeres se encuentran cansadas del número de intervenciones a las que son sometidas.

Tras lo cual, no quieren volver a entrar al quirófano.

Para darles apoyo y que con ello mejoren su autoestima, algunos médicos recomiendan una terapia que está despegando: el tatuaje.

Hay varias opciones y se pueden realizar artísticos o emular la zona de la areola y del pezón.

Uno de los pioneros es Vinnie Myers, un antiguo médico militar que trabaja como tatuador en Finksburg, Maryland.

Myers realiza tatuajes desde hace más de 20 años, pero dejó atrás las imágenes de dragones, calaveras y corazones a lo Old School para darle un giro altruista a su oficio.

Muchas cosas han cambiado en los últimos años y ahora paso la mayor parte del tiempo tatuando a las combatientes del cáncer de mama, tratando de acercarlas al resultado que a ellas les gustaría tener.

No hago más tatuajes tradicionales", reconoce en su web.

Me da una gran satisfacción ayudar a estas mujeres a alcanzar un retoque final profesional y efectivo en su batalla contra el cáncer", añade.

Todo empezó cuando Myers fue a una fiesta en 2001 y conversó con una mujer que trabajaba con un cirujano plástico.

Me dijo que batallaban para tatuar a sus pacientes de cáncer y me preguntó si podía ir a ayudarlos a corregir algunos de ellos", narra.

Después de hacer unos cuantos, no tardó en reconocer la necesidad de que artistas del tatuaje estuvieran capacitados e involucrados en este tipo de reconstrucción.

A medida que Myers desarrollaba su técnica y crecía su actividad, le quedaba poco tiempo para otros tatuajes.

En el 2010 decidió renunciar a los tatuajes de pezones, pero el día que decidió dejar de agendar a más pacientes el destino le marcó el camino: su hermana le dijo que tenía cáncer.

Y esa fue la señal para continuar con su labor.

Ahora trabaja en colaboración con el Centro de Cirugía Reconstructiva de Mama de Nueva Orleans y cuenta con un equipo de 4 tatuadores (incluida Anna Myers, hija de Vinnie) que, al igual que él, desean hacer sentir mejor a esas guerreras.

Desde que comenzó este esfuerzo, nuestro equipo ha tatuado con éxito a miles de mujeres. Nuestras técnicas de tatuaje de pezón y areola 3D proporcionan las representaciones más realistas posibles”, exponen en su página oficial.

Vinnie ha entrenado a su personal en su metodología para ayudar a las sobrevivientes de cáncer de mama a completar este paso final en la reconstrucción”.

Asimismo, hospitales y médicos de todo el territorio estadunidense solicitan su ayuda y varios tatuadores del país y de Europa fueron a su estudio para aprender la técnica.

Además, más de 5 mil mujeres han viajado desde tan lejos como India para que sus pechos reconstruidos sean tatuados por Myers, que cobra entre 600 a 800 dólares, aproximadamente entre 11 y 15 mil pesos.

Necesitamos más profesionales que hagan un buen trabajo para que las mujeres puedan encontrar a un experto más cerca de sus casas", cuenta este pionero.

Más allá del éxito financiero que ha alcanzado, asegura que su mayor recompensa es la reacción que obtiene de sus clientes.

La que tienen frente al espejo, cuando ven el resultado final, es la parte más satisfactoria", dijo a Univision después de que una de sus empleadas se tatuara con él y a la vez le entrevistara.

Myers advierte a las mujeres interesadas en hacerse este procedimiento que deben buscar un buen profesional, porque una negligencia puede resultar en complicaciones como infecciones o un tatuaje mal hecho.