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Arturo Reyes-Sandoval, el mexicano que combate al zika

El poblano hizo de un sueño de infancia, una realidad en su vida adulta. Lleva once años en la Universidad de Oxford, donde ha desarrollado varias vacunas

Ilian Cedeño/Enviada | 27-03-2016
Arturo Reyes-Sandoval encontró en el desarrollo de vacunas un área ideal para ser creativo y buscar nuevos métodos para “atacar” un virus o un parásito. Foto: Especial
Arturo Reyes-Sandoval encontró en el desarrollo de vacunas un área ideal para ser creativo y buscar nuevos métodos para “atacar” un virus o un parásito. Foto: Especial

OXFORD.

Arturo Reyes-Sandoval, un poblano que de pequeño hizo a un lado los juguetes para entretenerse con probetas y tubos de ensayo, ahora lidera el equipo que desarrolla la vacuna contra el zika en el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford.

De acuerdo con el científico, la vacuna contra el zika estará lista entre enero y junio de 2017. Hasta la fecha se ha detectado la presencia del virus en 39 países.

El mexicano lleva 11 años laborando en Oxford y ha desarrollado varias vacunas contra enfermedades como el ébola, el dengue y la chikungunya. En la cura contra el zika trabaja desde diciembre de 2015 y a finales de este año comenzarán a probarla en humanos.

El zika se originó en África, donde hay muchos virus de simios; los mosquitos se infectan al alimentarse de su sangre y transmiten la enfermedad a los humanos, explicó Reyes-Sandoval, quien agregó que el zika y el dengue son de la misma familia.

Reyes-Sandoval se considera un fuerte seguidor de la doctrina de Louis Pasteur y afirma que lo que comenzó como un sueño en su infancia, ahora es una realidad, ser uno de los científicos que ayudan a curar al mundo.

El académico y su equipo, en el que también se encuentra César López, otro científico mexicano, ha desarrollado diez variaciones de la vacuna. “En un mes ya creamos diez vacunas, ahora tenemos que encontrar la mejor para probarla en humanos”, dijo.

La visión que tuvo de posicionarse como un experto en el área se consolidó cuando terminó su doctorado en Biomedicina Molecular de CICATA-IPN, realizado en el Instituto Wistar de la Universidad de Pensilvania, pues su jefa de laboratorio, la doctora Gundi Ertl, lo recomendó con sus colegas que inmediatamente se acercaron a él.

“Una oferta interesante surgió en la Universidad de Harvard para realizar estudios de inmunología sobre una proteína que tiene un papel importante en las respuestas inmunes (SAP). Sin embargo, mi inclinación por proyectos con aplicación a enfermedades me mantuvo en la línea de terapia génica y sobre todo de vacunas”, dijo Reyes-Sandoval a Excélsior.

El investigador comentó que en el año 2003 hubo una visita al laboratorio de Gundi por parte de un científico británico de la Universidad de Oxford, el profesor Adrian Hill, quien posteriormente se convirtió en su mentor; “mi jefe y una de las figuras que más ha influenciado y apoyado mi carrera científica”, apuntó.

Reyes-Sandoval no deja de lado el apoyo que su esposa Abigail le brinda y fue ella quien lo impulsó a voltear hacia Europa, y después de tocar puertas de decenas de investigadores, fue el profesor Hill, en Oxford, quien le tendió la mano. “Así, en  2014 decidimos mudarnos a Reino Unido: mi esposa Abigail, mi hija Anna Paula y yo, pues mi hijo Alejandro todavía estaba lejos de nacer”, destacó.

El despertar de su vocación

En el laboratorio que tenían sus padres en la ciudad de Teziutlán, en el estado de Puebla, Reyes-Sandoval creció rodeado de tubos de ensayo, microscopios, laminillas con células teñidas y placas de petri con agarosa que despertaron en él la curiosidad del uso que se les podía dar.

“Recuerdo desde entonces el olor característico de esos medios de cultivo, y que en las tardes me escabullía desde mi casa al laboratorio”, platicó a este diario.

El entonces pequeño pasaba tardes observando mediante los telescopios diversos objetos. Los insectos y las hojas eran sorpresa para su padre, quien los descubría al día siguiente y no dudaba en enseñarle el uso correcto del equipo.

Toda esa curiosidad lo llevó a estudiar para convertirse en científico, y fue en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) donde adquirió las bases para ello.

Reyes-Sandoval encontró en el desarrollo de vacunas un área ideal para ser creativo y buscar nuevos métodos para “atacar” un virus o un parásito.

“En Oxford comprendí que el nicho en el que podía ser altamente competitivo y dejar huella era en las enfermedades que afectan a mexicanos y latinoamericanos. Por ello elegí trabajar con métodos para prevenir zika, chikungunya y dengue, así como enfermedad de chagas y el paludismo o malaria causado por P. vivax. Todas ellas presentes en México”, destacó.

“Mi sueño es poder crear una vacuna de utilidad en mi México y en el mundo, y que pueda salvar una vida o prevenir padecimientos graves”.

El grupo del investigador ha recibido apoyos por cinco millones de libras de instituciones como el British Council, el Newton Fund y el gobierno mexicano, entre otros. “He trabajado principalmente en la (vacuna) de malaria, chinkungunya, zika, dengue y enfermedad de chagas”, destacó el investigador.

Algo que lamenta el científico es que las vacunas en las que trabaja no son del interés de grandes farmacéuticas, pues no generan fuertes ingresos.

Y no todo es miel sobre hojuelas en la vida de este exitoso mexicano. Estar lejos de su país de origen siempre deja un hueco en su corazón. Lamenta no estar en casa, con sus padres, sus hermanos y amigos.

“Adoro la comida mexicana y al estar lejos aún más, pues uno tiene que aprender a cocinar y eso te ayuda a entender la delicia y complejidad de nuestra cocina, que no tiene comparación a nivel mundial”, señaló.

“Como la mayoría de mis amigos mexicanos, cada vez que voy a mi país viajo con más maletas de lo necesario, con regalos para la familia, y regresan llenas de ingredientes que no se encuentran aquí (en Reino Unido)”, dijo Reyes-Sandoval, quien agregó que lo más entrañable es la cantidad de luz y sol que hay en México, el sonido y el olor de las calles”.

Mientras tanto, disfruta del orden y disciplina que demanda su profesión en un país amable con los mexicanos.

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