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Héctor Suárez Gomís comparte recuerdos y enseñanzas de su padre

El actor narró el recuerdo más viejo que tiene de él, el momento en que lo vio por primera vez en pantalla grande y cómo es que, de él, aprendió la integridad y honestidad, así como el amor a su profesión

Notimex / Foto: IG Héctor Suárez Gomís | 08-06-2020
Héctor Suárez Gomís comparte recuerdos y enseñanzas de su padre
Expresó que en las últimas pláticas que tuvo con Héctor Suárez, le agradeció por haberle enseñado a ser padre.

CIUDAD DE MÉXICO

Como parte de los mensajes que el actor Héctor Suárez Gomís ha compartido en homenaje a su padre, el actor Héctor Suárez, quien falleciera a los 81 años el 1 de junio, narró el recuerdo más viejo que tiene de él, el momento en que lo vio por primera vez en pantalla grande y cómo es que, de él, aprendió la integridad y honestidad, así como el amor a su profesión.

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El recuerdo más viejo que tengo de los dos juntos es de hace más o menos 47 años. Estábamos en el cine, entre los dos nos comíamos un gaznate, las luces se apagaron, me sentó en sus piernas y comenzó la película. No, no era ‘Pinocho’, ‘Dumbo’ ni ‘Los Aristogatos’; esas vinieron después”, refirió Gomís en redes sociales, donde publicó varias fotografías al lado de su padre.

El actor añadió que, en el momento en que vio a su papá reflejado en pantalla, comprendió que era especial y único, pues ninguna persona en el público lograba estar en dos lugares al mismo tiempo:

Mi papá provocó que me enamorara de mi profesión. Siempre me dijo ‘campeón’”, explicó el hijo del histrión, quien profundizó que todos los días recibió un “Te amo”, aunque fuera por mensaje, por parte de su padre. Me enseñó a ser un guerrero con su ejemplo, a no dejarme de nadie. La integridad y la honestidad en mi persona son por su culpa. Hay algo que no sé de qué manera se lo voy a agradecer: ¡Me enseñó a reír! La risa en nuestra relación siempre fue muy importante. Todo, absolutamente todo lo veíamos a través del humor”, agregó.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Les robo un minuto de su domingo. El recuerdo más viejo que tengo de los dos juntos es de hace más o menos 47 años. Estábamos en el cine, entre los dos nos comíamos un gaznate, las luces se apagaron, me sentó en sus piernas y comenzó la película. No, no era Pinocho, Dumbo ni los Aristogatos; esas vinieron después. Mientras comía lo que me quedaba del gaznate, en esa pantalla gigante apareció mi papá. ¡Sí, mi papá me había llevado a ver una película suya! ¡Jamás voy a olvidar lo que para mí fue el más grandioso truco de magia de la historia! ¿Cómo era posible que estuviera aquí y allá, allá y aquí. Recuerdo que al oído me explicó algo que en ese momento no comprendí. Ese día supe que mi papá era especial y al ver que ninguna otra persona del público logró estar en dos sitios al mismo tiempo, entendí que mi papá era único. Y sí, durante toda mi vida fui testigo de su grandeza. Mi papá provocó que me enamorara de mi profesión. Siempre me dijo campeón. Todos los días me decía "TE AMO" y si no me lo decía, me lo escribía por WhatsApp acompañado de emojis de corazones (varios) y flores (también varias). Me enseñó a ser un guerrero con su ejemplo, a no dejarme de NADIE. La integridad y la honestidad en mi persona son por su culpa. Hay algo que no sé de qué manera se lo voy a agradecer: ¡ME ENSEÑÓ A REÍR! La risa en nuestra relación siempre fue muy importante. Todo, absolutamente todo lo veíamos a través del humor. En una de nuestras últimas pláticas, le di las gracias por haberme enseñado a ser papá. A mi Ximena y a Pablo me los como a besos, les digo "te amo" todo el día, respeto su individualidad, quiero que sean mejores que yo en todo, son mi orgullo, mi motor, mi vida entera... y esa es la herencia más importante de su abuelo. Un día, entre mi infancia y mi adolescencia, me pidió que lo oyera con mucha atención y me dijo con mucha firmeza: -Óyeme bien, cabrón. En esta vida siempre hay que ser agradecido. Créanme que JAMÁS se me olvidó. Papi, ¡Gracias, gracias, gracias por ser mi papá! Ya pueden seguir con su vida. Ah, díganle "TE AMO" a todos los que habitan en su corazón.

Una publicación compartida de Héctor Suárez Gomís (@pelongomis) el 7 Jun, 2020 a las 10:52 PDT

 

Suárez Gomís expresó que en las últimas pláticas que tuvo con Héctor Suárez, le agradeció por haberle enseñado a ser padre y definió a sus hijos Ximena y Pablo, como la herencia más importante que pudo recibir:

Un día, entre mi infancia y mi adolescencia, me pidió que lo oyera con mucha atención y me dijo con mucha firmeza: -Óyeme bien, cabrón. En esta vida siempre hay que ser agradecido-”, enseñanza que precisó, jamás ha olvidado.

 

 

***MJPR***

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